miércoles, 28 de mayo de 2014

EL FMI PIDE A ESPAÑA OTRA VUELTA DE TUERCA

James Daniel, el delegado para España del Fondo Monetario Internacional, no ha perdido ni un minuto en salir a la palestra tras las elecciones del 25M, donde la izquierda ha dado un gran paso adelante. Las políticas que se han estado aplicando están en entredicho porque, a pesar de los sufrimientos de la mayor parte de ciudadanos, no parece que el problema del paro, la bajada de los salarios y las continuas subidas de impuestos a los que menos tienen tengan fin, pero ello no es óbice para que vuelva este organismo, al servicio del capitalismo internacional, a pedir que se continúe por el camino que nos han trazado: que los ricos sean mas ricos y los pobres mas pobres.
A pesar de que España es uno de los países de la UE con los impuestos mas altos y los salarios mas bajos, el FMI, el mismo que, con sus recetas, llevó a muchos países de América a la ruina, pide otra vuelta de tuerca que, por supuesto, no será la última. En concreto nos han dicho que se deben subir los productos de IVA reducido, que son, fundamentalmente, los alimentos y otros productos básicos, bajar, aún mas, los salarios, mayor facilidad para el despido y bajar los impuestos y las cotizaciones de las empresas. Blanco y en botella, otro trasvase de capital de los trabajadores a los empresarios que, recordémoslo, fue la causa de la crisis. Como no saben lo que es el pudor y la vergüenza, también piden que se perdonen las deudas a las empresas, o, mejor, dicho, que sea el conjunto de ciudadanos los que las paguen.
El presidente Rajoy, como en su día hizo Zapatero, necesita una coartada para seguir dando aceite de ricino a los españoles. Me lo exigen desde fuera, nos dirá.
Sin embargo, la situación política en España ha dado un importante giro y muchos ciudadanos han votado a la izquierda emergente, pues han asumido que ningún riesgo es mayor y difícilmente pueden ir a peor de lo que ya están viviendo.
Nunca en la Historia, como ahora, el poder de los Estados y de los Gobiernos estuvo tan minimizado, nunca las grandes corporaciones y la banca, como ahora, dictaban tan groseramente lo que se debía hacer, nunca, en fin, como ahora, el FMI se atrevió a tanto. El capitalismo internacional tiene también los instrumentos de presión para obligar a los Gobiernos a hacer lo que le interesa, elevando primas de riesgo, restringiendo el crédito, etc. Pero, nunca como ahora el mundo ha sido tan multipolar. Al acabar la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, EE UU tenía el 75% del PMB (Producto Mundial Bruto), en los años 70 del siglo pasado había bajado al 50%, en el año 2.000 era de un 23% y ahora está en torno al 18%. Mientras, China se ha convertido ya en la primera potencia económica mundial.

Poner a la gente, y a los Estados, entre la espada y la pared no es muy prudente.

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