martes, 7 de enero de 2014

LA PASCUA MILITAR

El discurso del Rey, con motivo de la Pascua Militar, pocas veces ha tenido tantas expectativas como el de este año, pero, no hemos escuchado a D. Juan Carlos una mención explícita a los evidentes peligros que amenazan a España y que este año pondrán a nuestro país en la disyuntiva histórica que los independentistas han planteado al Estado. El Rey no ha querido recordar a todos que la Constitución atribuye a las FF AA (artículo 8, párrafo 1) la misión de mantener la soberanía e independencia de España y defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Este no era el mensaje de Nochebuena y S M estaba en el foro adecuado, pero se ha dejado pasar otra oportunidad de poner las cosas claras.
D. Juan Carlos, eso sí, nos ha dicho que piensa seguir ejerciendo su cargo, a pesar de las evidentes dificultades físicas y de que el mismo nos ha recordado en varias ocasiones que el Príncipe Felipe es el heredero mejor preparado que hemos tenido nunca. Los ejemplos de Holanda y Bélgica, donde sus reyes se han retirado cuando el dictado de la Naturaleza lo aconsejaba, no parecen ser aplicables aquí. El empecinamiento en no abdicar tendría una explicación si el Rey estuviera decidido a llevar la batuta ante previsibles acontecimientos que lo aconsejaran, como ocurrió en el 23 F, pero mucho me temo que pudieran ser los asuntos judiciales del Caso Nóos, que todavía no se sabe hasta donde pueden salpicar y a los que la Casa Real apremia su cierre, la verdadera razón de no plantearse una jubilación que llevaría aparejada la perdida de una inmunidad jurídica de la que solo el Rey goza.
D. Juan Carlos se ha dirigido a la cúpula militar haciendo un llamamiento a optimizar los escasos recursos que dan los Presupuestos a los Ejércitos en esta época de crisis. Pero, los recortes de los últimos años han sido tan grandes y el Plan Estratégico tan desastroso que hace ya bastante tiempo que nuestras FF AA han perdido la capacidad de cumplir con el mandato constitucional.
Mientras se desmantela una parte importantísima de la Armada (portaaviones "Príncipe de Asturias" y todo el  Grupo Alfa) fundamental para mantener nuestra presencia en el eje Estrecho-Canarias, nuestra modesta flota submarina está casi inactiva desde el grave accidente del S-74 “Tramontana” y no se sabe cuando van a entrar en servicio los nuevos S-80, se suspende temporalmente la compra de mas cazabombarderos Eurofighter “Typhoon”, de aviones de patrulla marítima C-295 “Persuader”, del vehículo para transporte de infantería 8x8, de los obligados aviones y helicópteros para la dotación del buque de proyección estratégica “Juan Carlos I”, mientras, en fin, nuestras fragatas se dedican a escoltar a los grandes portaviones norteamericanos y a proteger los intereses privados en el Cuerno de África y ni siquiera España tiene un fusil de fabricación propia, cuando fue pionera en el desarrollo del CETME, uno de los mejores fusiles de asalto de su tiempo, se nos dice que tendremos unas FF AA, realmente operativas, con solo 10.000 personas. La falta de preocupación social y  gubernamental por el calamitoso estado en que se encuentran nuestros ejércitos y las nefastas e irresponsables políticas desarrolladas en los últimos 25 años, como la eliminación del servicio militar obligatorio, pasarán factura, porque los enemigos de España acechan.

Llama la atención que, ante lo que está ocurriendo, no haya manifestaciones de disgusto de la cúpula militar, seguramente porque tiene una especie de complejo, por razones históricas evidentes, de que sus palabras puedan ser interpretadas como una intromisión en las decisiones políticas. Sin embargo, hay ocasiones excepcionales donde el deber y, sobre todo, el compromiso inequívocamente democrático y de servicio con los españoles obligan a estar a la altura de las circunstancias.

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