EL GOBIERNO CLAUDICA ANTE EL FMI

Hace pocos días, el presidente Mariano Rajoy comparecía ante los periodistas para explicar en qué consistía la línea de crédito de 100.000 millones de euros que el BCE había puesto a disposición de las entidades financieras españolas en apuros y se vanagloriaba de haber impuesto sus tesis al resto de países de la UE. También nos decía que ese rescate no tenía contrapartidas políticas o económicas. Todo era mentira, pues el rescate fue impuesto a España y el Gobierno del PP está preparando a toda prisa las medidas puestas como condición por el Fondo Monetario Internacional y la señora Merkel para empezar a transferir ese dinero.
El FMI ya ha dicho en qué deben consistir los nuevos recortes y subidas de impuestos y a todos los que conocemos la historia de este organismo y a quien rinde pleitesía no deben extrañarnos sus recetas. Subida de los impuestos indirectos, particularmente del IVA, y mas castigo salarial y social para los trabajadores, incluyendo a los funcionarios, pensionistas y parados, esas son las contrapartidas.
El señor Rajoy, que puso el grito en el cielo cuando Zapatero subió el IVA al 18 %, lo subirá aún mas, sin ponerse colorado, aunque hasta el mas tonto del pueblo sabe que entonces y ahora, en una economía con crecimiento negativo, esa medida solo consigue retraer el consumo y la actividad, con la consecuencia paradójica de que incluso se puede recaudar menos. Todo ese camino ya lo han recorrido los griegos, por eso es muy ilustrativo ver lo que ha pasado y qué consecuencias han tenido esas políticas en la república helena para saber lo que nos espera en el futuro próximo.
No sabemos cuales son las intenciones últimas del capitalismo internacional, de los especuladores y de los organismos supranacionales que mueven los hilos en el teatro de marionetas en que han convertido el mundo, incluso puede que no existan, pero tenemos muy claro que ceder las decisiones macroeconómicas soberanas del Estado al FMI traerá consecuencias gravísimas a muy corto plazo para España y los españoles.
Pero no solo los trabajadores y las clases mas desfavorecidas están sufriendo en sus carnes las políticas neoliberales y los años de desastrosa gestión de nuestros políticos, miles de empresas y decenas de miles de pequeños negocios familiares han cerrado en España en los dos últimos años, y la mayoría de las que quedan lo hacen en precario y están en una situación tan delicada que no serán capaces de soportar una caída de la demanda interna como la que va a provocar las nuevas medidas que el Gobierno nos anunciará en breve.
Los españoles tenemos que reaccionar unidos ante lo que se nos viene encima, aparcando viejos rencores, si no queremos que nos coman vivos. Olvídense ustedes de si son de izquierda o de derecha, porque el barco se hunde con todos dentro y aquí no se salvan ni las mujeres ni los niños.
Pero el levantamiento popular necesita líderes que lo encaucen y dirijan, que irán apareciendo a la par de los acontecimientos. En esta hora decisiva, los creadores de opinión, los periodistas, los intelectuales y los políticos honrados, tienen ante sí la mayor responsabilidad de su vida. No pueden ser cómplices de los que quieren entregar a nuestro país, atado de pies y manos, al FMI, mientras dejan a la mayoría de los ciudadanos en la indigencia.