NERVIOS EN EL TRIPARTITO ASTURIANO

El reloj avanza inexorablemente hacia las elecciones del 20 de noviembre, mientras todavía en Asturias los partidos tradicionales, PSOE, PP e IU, aún no se han recuperado de la hecatombe que supusieron las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo. Cuando Francisco Álvarez-Cascos comenzó su Odisea, mucha gente no se lo tomó en serio, incluidos los estados mayores de los partidos que usufructuaban el poder en la región. Pocos pensaron que un partido nacido casi de la nada, liderado por un hombre que había sido ninguneado por la organización política heredera de AP, la que Cascos también creó en medio de grandes dificultados , de la mano de Manuel Fraga, pudiera obtener unos buenos resultados electorales y mucho menos ganar las elecciones. Pero había algo distinto en un discurso político que empezó en la entrega de las sardinas de oro de la fundación Sabugo ¡Tente Firme!. En fechas posteriores también aparecieron en la prensa asturiana algunas declaraciones y escritos de D. Francisco, algunas con apariencia intrascendente e inofensiva pero que dejaban claro, para el que quisiera verlo, que, como el general Douglas MacArthur cuando regresó a Filipinas, Cascos había vuelto a la política y que la problemática del salmón no era lo sustancial en el análisis de un observador avispado.
Las circunstancias siempre imponen sus reglas y Cascos y su partido recién creado, Foro Asturias, se encontraron desde el principio desamparados, solos ante los que llevaban décadas en el poder en Asturias y habían llegado al punto de pensar que ese era el estado natural de las cosas. Como dijimos entonces, Cascos parecía emular a Hernán Cortés, también había quemado sus naves y como cuando el conquistador, con un puñado de hombres, huía de la capital azteca tras “La Noche Triste” y se encontró en una llanura con miles de indios dispuestos a dar matarile a los españoles y uno de sus capitanes le aconsejó dar un rodeo por las montañas para salvar el pellejo y poder llegar a la costa, la decisión de Cortés fue avanzar de frente dando mandobles a diestro y siniestro. Unos llegaron a un fuerte y salvaron la vida y otros tuvieron un aluvión de apoyos, muchos anónimos e inesperados, que con su aliento en las conversaciones de calle, en los foros de la Red y el día de la verdad, el 22 de mayo, con sus votos, lograron algo que parecía imposible. Sí, fueron las circunstancias, el trabajo de un grupo de personas leales y el cabreo acumulado de tantos asturianos los que lo consiguieron.
“El Tripartito”, ese ente no orgánico pero unido en un frente común contra el nuevo Gobierno, está desorientado, parece que Cascos, que casualmente tiene nariz de boxeador, los hubiera dejado groguis. Como sucede en el Ayuntamiento de Gijón, no tienen mas argumentos que los ataques personales sin fundamento alguno. Llevaban demasiado tiempo haciendo de las suyas impunemente y riéndose a la cara de los asturianos y se les ha olvidado hacer política. Austeridad y respeto a los ciudadanos, Foro ha impuesto la nueva moda que sienta bien. Se acabaron los chiringuitos, la mala utilización de Los Fondos Mineros, la supeditación a los aparatos de los partidos de Madrid, el falso ecologismo de la macroincineradora, el menosprecio de nuestra cultura y de nuestra Historia, se acabó la diversión.
Resuenan todavía las palabras de la pseudoizquierda calificando a Cascos y su partido como de ultraderecha, pero para que salieran los números, para que Foro Asturias ganara, como dicen las encuestas, mucha gente de izquierda, muchos progresistas, también dieron su voto y su confianza a esta fuerza política emergente. Hay un amplio abanico de sensibilidades, de ciudadanos de todas las ideologías, que estaban muy irritados con lo que había y que querían aire fresco, esa fue la circunstancia decisiva.
“El Tripartito” aún no ha encontrado la forma de incarle el diente a Foro Asturias y ya tiene las elecciones generales encima. Ahora se trata de algo muy importante, alzar la voz de Asturias en el Parlamento de la nación, lo que no han hecho los que pudieron y debieron. No es de extrañar que PSOE, PP e IU estén pero que muy nerviosos.