lunes, 24 de enero de 2011

LA CONSIGNA ES COMUNICAR


La semana que comienza va a ser muy importante para todos nosotros. El Gobierno que preside Zapatero va a tomar las últimas medidas desagradables para los ciudadanos, eso que han dado en llamar “reformas” y que no son mas que recortes sociales. Se hará pública, con acuerdo con los sindicatos o sin él, la “Reforma de las Pensiones”, que consagrará la elevación de la edad para el retiro y la pérdida de emolumentos de los futuros jubilados y que abocará a muchos de los jóvenes que ahora se encuentran en paro a una vejez de indigentes, pues les resultará imposible juntar los años de cotización para tener derecho a prestación. También se perfilarán las líneas maestras de la privatización de las Cajas de Ahorros, que serán saneadas con dinero público antes de pasar, medio regaladas, a manos de los tiburones financieros.
Si la Providencia no obliga a lo contrario, ya no se tomarán mas medidas impopulares hasta pasadas las elecciones autonómicas y municipales de mayo, pues el PSOE teme, con buen sentido, que los españoles aprovechen la segunda oportunidad de acudir a las urnas desde que estalló la crisis (la primera fueron las elecciones de Cataluña) para dar a la pseudoizquierda hasta en el cielo de la boca. La estrategia es cerrar las “reformas pendientes” rápidamente, si puede ser antes de que termine diciembre, para pasar a la segunda fase, la de “comunicar”.
Esta semana pasada se reunió la cúpula socialista, incluyendo al presidente Zapatero, su Gobierno y los “barones” de la periferia, para escuchar consignas, porque quitando algunas manifestaciones de preocupación por lo que se piensa hacer con las Cajas de Ahorros no hubo voces discrepantes con las fechorías que el Ejecutivo está tomando contra los trabajadores y pensionistas. La orden fue “comunicar”, explicar a la gente que estas medidas que afectan tan dramáticamente a nuestro bolsillo y al futuro de nuestros hijos, es por nuestro propio bien. Zapatero insistió mucho en ello, intentando convencer primero a los encargados de “vendernos la moto”, aunque, por las conversaciones que se escuchaban en los pasillos, parece que no tuvo demasiado éxito. Presidentes de CC AA, consejeros de gobiernos autonómicos, alcaldes y concejales de cientos de ayuntamientos y todo el tinglado del pesebre que se ha tejido alrededor, están en un sin vivir porque temen que la ira ciudadana contra el presidente del Gobierno, contra sus ocurrencias y sus traiciones, se cebe en sus traseros. Que no cunda el pánico, ha dicho D. José Luis, como suelen decir los irresponsables, “yo controlo”.
Prepárese usted para lo que se nos viene encima. El equipo de ministros y ministras de lengua fácil, los medios de comunicación afines y algunos dinosaurios con poca vergüenza que solo aparecen cuando se anuncian comicios, nos bombardearán con argumentos ridículos para que, antes de pasar por las urnas, veamos lo negro blanco y nos creamos sus mentiras. El objetivo, naturalmente, ya no es ganar, es salvar los muebles, que no sea otra debacle como en Cataluña o peor. Zapatero está a la expectativa de ver que sucede para aclarar si se presenta o no a las elecciones generales del próximo año.
Rubalcaba será la estrella en ese equipo ungido por el presidente. El super-ministro nos deleitará con esas frases para tontos, cocinadas en el microondas de tantos asesores pagados con nuestro dinero, que lleva preparadas a los mítines donde la coreografía y los aplausos y vítores de los incondicionales no pueden esconder la falta de argumentos. Jáuregui, Pajín, Rosa Aguilar, etc, también se van a emplear a fondo en la defensa de lo indefendible y en intentar convencernos que las medidas que gustan al capital son en realidad de izquierda, los veremos hasta en la sopa.
Ya sabe usted, la consigna es “comunicar”.



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