jueves, 30 de septiembre de 2010

EL FRACASO DE LA HUELGA




Ya pasó el 29S, la huelga general anunciada antes del verano, con la intención de lavar la cara de los sindicatos que llevaban años, y lo seguirán haciendo, colaborando con el poder y olvidándose de su cometido, defender a los trabajadores.
Hay varias cosas que nos han llamado la atención en la huelga de ayer, la primera que nunca se había visto una actividad tan violenta e intimidatoria de los piquetes, la segunda que el Gobierno central y el ministro de Trabajo, Gorbacho, se esforzaron en decir lo contrario y en no desmentir las cifras de participación que aportaban los sindicatos, la tercera que Asturias fue una de las pocas CC AA donde se apreció un cierre significativo de empresas. Saque usted sus propias conclusiones.
La huelga ha sido un fracaso para los sindicatos por la escasa participación de los trabajadores donde los piquetes, que parecían comandos de la Kale Borroka, no han podido actuar o han sido pocos. Ha sido un fracaso porque los sindicatos han dejado ver su cara mas negra, la de los liberados a sueldo del contribuyente convertidos en mafiosos de los muelles. Ha sido un fracaso, en fin, porque no ha servido para nada de lo que proclamaban los convocantes. ¿Ahora qué?, hay que preguntar a los secretarios generales de los sindicatos. ¿Seguirán apoyando al Gobierno socialista?¿para quién pedirán el voto de los trabajadores en todas las elecciones que se avecinan? ¿se plantearán dimitir?.
Mientras se pierde el tiempo, los que están decidiendo sobre nuestras vidas siguen a lo suyo. Ya están preparando la reforma de las pensiones, porque un país con casi cinco millones de parados, cientos de miles de prejubilados y millones de personas que disfrutan de la Seguridad Social sin haber cotizado un céntimo en su vida, es insostenible.
La hipocresía de la pseudoizquierda no tiene límites. El PSOE lleva a la práctica las políticas que no dejarían hacer a la derecha e IU hace huelga en el Parlamento y apoya a los sindicatos en sus reivindicaciones, pero gobierna con los socialistas en Asturias en Cataluña y en centenares de ayuntamientos de toda España.
A la sombra de la crisis se están tomando medidas que van a afectar de forma traumática el futuro de los ciudadanos, ninguna para mejorar la vida de la gente ni para crear puestos de trabajo. Las cosas que hace pocos años decía el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que nos escandalizaban a todos, son ahora las recetas de la falsa izquierda que capitanea Zapatero. ¿Qué nos queda por ver? ¿hasta donde llegarán las vueltas de tuerca sobre el cuello de los proletarios?.
Se equivocan los que piensen que los ciudadanos no están suficientemente cabreados y motivados porque no han apoyado a los sindicatos. Seguramente la ira acumulada de la gente se exprese en las próximas convocatorias electorales con inusitada contundencia, eso si el nuevo stalinismo no sigue adelante con iniciativas que pueden poner en peligro la Constitución y la propia democracia. Ya lo están haciendo con algunas reformas en la Justicia, con directrices del Ministerio del Interior a las comisarías para poder manipular, desde el Gobierno, la corrupción política y con la pretensión de hacer votar a centenares de miles de ciudadanos extranjeros, para eso se censaron, que se encuentran en situación irregular en España.
Nunca, desde el golpe de Estado contra el presidente Suárez (el de verdad, no la tejerada), hemos vivido una situación política y social mas delicada. Por encima de sus creencias políticas y de sus servidumbres, tienen que emerger los que, con altura de miras y responsabilidad, acaben con este estado de cosas, o los sinvergüenzas acabarán con nosotros y con la España democrática que tantos años de lucha costó conseguir.
De los ciudadanos y de sus votos depende que el fracaso de la huelga sea el preámbulo de un verdadero cambio político en este país.
Nota: la foto tras la pancarta no tiene desperdicio. También otro socialista, Javier Solana, se manifestó en su día contra la OTAN y luego llegó a ser secretario general de la Alianza Atlántica, ahora la traición la lidera Zapatero. El coche policial ardiendo es otra gracia de los pseudoizquierdistas que también pagaremos los contribuyentes.

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