EL CONFLICTO DEL CARBON

Con mineros encerrados en los pozos, con cortes de carreteras y manifestaciones, la minería del carbón está en pie de guerra. ¿Cual ha sido el detonante del conflicto?, pues que una parte de las empresas privadas no han hecho efectivas las nóminas de los trabajadores desde hace ya dos meses. Pero el verdadero problema de la minería del carbón es otro. Europa ha apostado por el gas, la energía nuclear y las renovables y en el nuevo mix energético no hay sitio para el carbón, mucho menos si la extracción es muy cara, como sucede con el de las minas castellano-leonesas y asturianas. Esta situación no es para nosotros ninguna sorpresa porque la hemos venido anunciando desde hace años, mientras otros decían que la hulla seguiría siendo un sector estratégico durante mucho tiempo. Todavía, como quien dice anteayer, nos contaban que con las nuevas tecnologías de captura y almacenamiento de dióxido de carbono tendríamos una materia prima autóctona no contaminante y que el futuro de las cuencas mineras estaba asegurado, que hermosos cuentos chinos. La verdad era que la UE ya había destinado importantes partidas económicas para que los países donde la minería del carbón tenía una cierta importancia social fueran preparando el cierre no traumático de las explotaciones. Al mismo tiempo, se firmaban contratos con Rusia para la gasificación de Europa y países muy importantes de la Unión, como Reino Unido e Italia, emprendían ambiciosos programas atomoeléctricos. La energía nuclear ya era la principal productora de electricidad en Francia, pero otros muchos países, como EE UU, Japón, India, Finlandia, Irán, etc, además de los antes mencionados, la volvían a tener muy en cuenta. Es decir, el mundo energético ha cambiado y aquí mucha gente no se ha enterado. Se trataba de adaptarse rápidamente al nuevo entorno y optimizar los recursos, las subvenciones y las ayudas para que los pueblos y las regiones donde la minería del carbón todavía era importante no sufrieran un retroceso económico y social grave. Ya sabe usted lo que les pasó a los dinosaurios por no poder adaptarse a un medio cambiante.
El fin de una buena parte de la minería del carbón no es un capricho de los burócratas de Bruselas, sus costes de explotación y las ingentes cantidades de CO2 que las centrales termoeléctricas emiten a la atmósfera han sido determinantes para finiquitarlo, también, todo hay que decirlo, los intereses estratégicos y económicos de algunos países de la UE han jugado su papel en este asunto.
Los Fondos Mineros se destinaban a proyectos que poco o nada tenían que ver con dotar a las cuencas de un nuevo tejido industrial, algunos verdaderamente pintorescos, y pocos se tomaban en serio la amenaza que pendía sobre sus cabezas. Al mismo tiempo, algunas empresas realizaban acciones fraudulentas, como hacer pasar carbón importado que se descargaba en el puerto de El Musel, mucho mas barato, por autóctono, para cobrar las subvenciones europeas. Ya sabe usted que por decir estas cosas, como denunciar la falsificación del proyecto de ampliación del Superpuerto, te pueden colgar el San Benito de antipatriota, pero no nos callarán por eso. Las ayudas económicas al carbón han sido inmensas, solo hace falta mirar el recibo de la luz, en todos estos años se han despilfarrado unos recursos que eran imprescindibles para acometer los cambios. Miles de toneladas de carbón, pagadas por todos los españoles, se almacenan porque ya nadie lo quiere, pero el problema se puede agravar aún mucho mas.
Los mineros están desconcertados y José Ángel Fernández Villa, Secretario General del FIA-SOMA-UGT, se ha tirado a la calle, pero ya dijimos que Asturias ha dejado de ser importante para los planes inmediatos de Zapatero y el dinero que administra el Gobierno tiene otras prioridades.
La minería del carbón y las cuencas mineras tienen un gran problema, haber confiado en quienes los han llevado a un callejón sin salida. Lo que está pasando con algunas explotaciones privadas es preocupante y seguramente recibirán algún parche, lo gordo llegará cuando la espada de Damocles caiga sobre Hunosa, pero ese día los irresponsables que han jugado con nuestro futuro no rendirán cuentas a nadie.