sábado, 11 de septiembre de 2010

RAZONES PARA NO IR A LA HUELGA GENERAL


Esta semana se aprobó en el Parlamento la Reforma Laboral, el mas duro ataque a las conquistas de los trabajadores que se ha producido en este país, perpetrado por el PSOE, aunque usted recordará que no es la primera vez que los socialistas castigan sin piedad a los proletarios, D. Felipe González y sus ministros derechistas también hicieron de las suyas, fueron los que generalizaron los "contratos basura". La Reforma Laboral es un eufemismo que utiliza la pseudoizquierda para no decir, simple y llanamente, abaratamiento del despido, pero esto es lo que principalmente consagra. No vamos a detallar aquí los pormenores de una fechoría que traerá consecuencias diametralmente opuestas a las que se imaginan sus autores, pero conviene desgranarlos y analizarlos para tener conciencia de la gravedad del asunto.
La crisis está siendo un buen pretexto para atacar al mundo del trabajo y a los derechos conseguidos durante décadas de sangre, sudor y lágrimas. El capital y sus mamporreros están tan ciegos que, lejos de acometer las reformas estructurales que pide a gritos la globalización económica y la sobreproducción industrial, quieren optimizar costes, cuadrar los balances de las empresas, a costa de los salarios. No hay que ser muy avispado para darse cuenta que con la pérdida del poder adquisitivo de grandes masas sociales será imposible recuperar los niveles de consumo y, en consecuencia, crecer lo suficiente para que se pueda crear empleo. La pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores fue la auténtica causa de la crisis (los impagos de las hipotecas subprime solo fueron el detonante) y persistir en el error generará problemas cuyo alcance no podemos ni imaginar.
El capital necesita agentes que le hagan el trabajo sucio, individuos y organizaciones que ejerzan de policía bueno y de policía malo, según las tácticas de su conveniencia. Los sindicatos y la socialdemocracia hace ya tiempo que se han rendido a los poderes económicos y obedecen sus órdenes, últimamente también se ha apuntado la izquierda, aunque le cause horror reconocerlo.
Se ha llamado a los ciudadanos a una Huelga General para el 29 de Septiembre, (Zapatero ya ha dicho que, pase lo que pase, no rectificará en este asunto), los que lo hacen son los mismos que llevan años viviendo del "pesebre" que administra el Gobierno, pero que pagamos todos nosotros, los mismos que critican irritados en el Parlamento las duras medidas impuestas por los socialistas, pero que gobiernan con ellos en Cataluña, en Asturias y en centenares de ayuntamientos de toda España. Antonio Gutiérrez, que pasó de ser Secretario General de CC OO a diputado del PSOE, está compungido. Déjese usted de pamplinas, abandone el escaño, rompa el carnet y vuelva a este lado de la línea del frente. Estos brindis al Sol son tomaduras de pelo. Miles de liberados y representantes sindicales de UGT piden que dimita Zapatero, también llevan el carnet socialista en el bolsillo y volverán a votar PSOE en todas las ocasiones. Todos son unos hipócritas. El tiempo trae acontecimientos y citas inaplazables y todo el mundo toma posiciones para salvar su culo. Dentro de poco las elecciones vendrán en cascada, autonómicas y municipales, generales y, ojo, no nos olvidemos, sindicales, que serán antes de final de año. El modus vivendi es lo prioritario para tanto sinvergüenza y laboran para mantenerlo.
Seguramente muchos trabajadores no estarán dispuestos a dar el salario de un día de su trabajo para que los sindicatos laven su cara, tan sucia después de años de compadreo con los que nos han traído hasta este estado de cosas, cambalache con el que piensan seguir el día 30. Las elecciones son la verdadera oportunidad para ejercer la subversión democrática y dar el merecido castigo a los traidores, porque después del abaratamiento del despido dirigirán sus ataques contra las pensiones y seguirán, si no los paramos, hasta minimizar el Estado de Bienestar. Fuera del bipartidismo hay un mundo por descubrir, pero es que, además, aunque el PP quiere aún medidas mas duras contra los asalariados, ¿alguien piensa que si estuvieran gobernando los populares, y el presidente fuera Rajoy, los sindicatos y la pseudoizquierda les habrían permitido las cosas que ha hecho Zapatero?, No estaríamos hablando de una huelga general, llamarían a la revolución. Es una paradoja, pero a veces actuar con inteligencia implica asumir contradicciones.
Si los trabajadores quieren poner un punto de inflexión a lo que se les viene encima deben arrinconar contra las cuerdas a los oportunistas, no hacerles el caldo gordo, darles una patada en el trasero cuando acudan a las urnas y presentarse el día 29 en sus puestos de trabajo. Siendo, de verdad, de izquierda, hay razones poderosas para no ir a la Huelga General porque, en la coyuntura política y social que vivimos, podemos ser mucho mas contundentes y, sobre todo, eficaces, defendiendo nuestros derechos con el arma de nuestros votos que guardando las espaldas a los felones.

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