lunes, 27 de septiembre de 2010

HUELGA GENERAL, ¿CONTRA QUIÉN?


Como usted sabe, el miércoles 29 de Septiembre hay convocada una Huelga General en España. No es la primera vez que los sindicatos recurren a esta medida, ya lo hicieron con otros gobiernos y con otros presidentes, batiendo el récord Felipe González y sus ministros derechistas, a los que los entonces secretarios generales de CC OO y UGT, Marcelino Camacho y Nicolás Redondo, les montaron cuatro huelgas generales. A pesar de los esfuerzos del secretario general de la Federación Socialista Asturiana y candidato a presidente del Principado, Javier Fernández, proclamando, a quien quiera oírlo, que el PSOE es una organización de izquierda, la verdad es que han sido precisamente los gobiernos socialistas los que mas ataques han perpetrado contra los trabajadores. No solo eso, la falta de seriedad en la administración de las cuentas públicas y de responsabilidad en la planificación de la economía, han generado conflictos que ya están sufriendo en sus carnes los proletarios (minería del carbón, paralización generalizada de obras públicas, etc,), es decir, a la crisis económica mundial del capitalismo hay que sumar nuestras propias crisis, las que han dado a luz tantos años de irresponsabilidad.
¿Es esta Huelga General la respuesta adecuada a los mas duros ataques que se han cometido contra los derechos de los trabajadores desde la Transición Democrática?, por varias razones, pensamos que no. En primer lugar hay que decir que los sindicatos mayoritarios han sufrido una metamorfosis espectacular en los últimos años, han pasado de ser correas de transmisión (al estilo leninista) de los partidos, en este caso del PSOE y PCE, para convertirse en entes autónomos, aparentemente independientes, que van por libre, o, mejor dicho, al albur de quien les paga, y que muchas veces han defendido intereses corporativos o gremiales por encima de los del conjunto del proletariado. En este sentido, la pérdida de influencia política del PCE y de compromiso con los trabajadores del que debiera seguir siendo su instrumento sindical, CC OO., es un factor determinante para que en España el Gobierno pueda hacer las cosas que hace. Como ejemplo de la mutación particularmente llamativa de CC OO, tenemos el caso de uno de sus antiguos secretarios generales, Antonio Gutiérrez que, ante las fechorías socialistas, está compungido en el Parlamento y dice tener problemas existenciales y de conciencia, pero no piensa abandonar el escaño proporcionado por el "Pesebre". El presidente Zapatero ya ha dicho que, pese a la Huelga General, no piensa cambiar las medidas que ha tomado con la llamada "Reforma Laboral", es decir, el abaratamiento del despido, y las que piensa acometer contra el sistema de pensiones, alargando la vida laboral y computando mas años para rebajar la prestación. Algunas de estas iniciativas socialistas ya han sido aprobadas en el Parlamento, con el apoyo de partidos derechistas nacionalistas, y otras lo serán en breve. Es decir, visto lo que hay, para que la Huelga General tuviera efectividad tendría que ser indefinida, los trabajadores no deberían incorporarse a sus puestos de trabajo hasta que el Gobierno y el Parlamento dieran marcha atrás. Eso no lo van a proponer estos sindicatos porque una medida tan radical, que nunca se ha tomado en los años que llevamos de democracia, da vértigo, no tanto porque no sea proporcional a las agresiones al status quo laboral que imperaba, como porque un ataque de este calibre al poder capitalista haría peligrar el modus vivendi de tanto liberado vendido y de las propias organizaciones sindicales prostituidas. Una Huelga General sin objetivos claros, a la que se apuntan colectivos tan variopintos como los "representantes de la cultura", ya sabe usted, los que a cambio de subvenciones y derechos abusivos de autor apoyan siempre electoralmente al PSOE, o la propia Iglesia, eso sí, llevando un distintivo blanco, no es una acción de lucha, es una tomadura de pelo a los trabajadores, ya suficientemente escarnecidos. Los que llaman a la Huelga General han manifestado claramente que ésta, para que no nos equivoquemos, no va dirigida contra el Gobierno socialista ni contra el presidente Zapatero. Estará usted conmigo en que esta huelga mas que una respuesta contundente parece una broma de mal gusto.
Los trabajadores no deben seguir a estos sindicatos que piensan instrumentalizar el malestar y el cabreo de la gente para lavar su cara, perdiendo los currantes un día de salario, para mas inri. Llegan elecciones en cascada, sindicales, autonómicas y municipales y también generales, la venganza es un plato que se toma frío, es la oportunidad de utilizar el voto para castigar a los traidores.

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