martes, 24 de septiembre de 2013

ALEMANIA, ¿LOS SOCIALDEMÓCRATAS DECIDEN?

A pesar de la alegría desbordante de la canciller Ángela Merkel al conocerse los resultados electorales en Alemania, la realidad es que la derecha en su conjunto pierde la mayoría, pues los liberales se quedan fuera del Parlamento al no alcanzar el 5% de los votos que da derecho a escaños y la CDU ya no podrá contar con sus diputados. Merkel dejaría de reírse si los socialdemócratas del SPD, los socialistas de izquierda de Die Linke (La Izquierda) y los verdes firmaran un acuerdo de Gobierno, una mayoría roji-verde suficiente para encarar la próxima legislatura.
Pero, la risa de Merkel no es tanto por el arrollador triunfo de su partido, repito, insuficiente para gobernar en solitario, como porque sabe que volverá a ser la canciller de Alemania. En efecto, el líder del SPD, Peer Steinbrück, ya ha dicho que “no pactará con los que no están capacitados para gobernar Alemania”; no se refiere a los verdes, sino a Die Linke, un partido de izquierda nutrido con excomunistas  y socialistas desencantados con el SPD que quiere otra política para Alemania y para Europa.
Muchos alemanes han sucumbido al voto del miedo, Ángela Merkel ha tenido la habilidad de hacer creer a la gente que les puede suceder lo mismo que a los ciudadanos de los países del Sur del Continente si no siguen sus recetas. Así, a pesar de que la clase media en Alemania también está sufriendo y de que muchos jóvenes se ven obligados a aceptar contratos de trabajo basura de 400 miserables euros, ha votado el programa de su partido, la CDU, y de sus aliados derechistas de la Unión Cristiano-Demócrata de Babiera, CSU, el 41,5% de los teutones.
El resultado de las elecciones en Alemania nos va a afectar, y mucho, en los próximos años, porque no solo estamos hablando de la principal potencia económica de Europa Occidental y de la UE, también de la política, pues tanto la Comisión Europea como el Banco Central Europeo bailan al son que les toca Berlín. Continuarán los ajustes salvajes, no habrá crédito para particulares y empresas y España, cada vez estará mas endeudada, pagando el interés por su Deuda Pública al cuádruple del que paga Alemania por la suya, no tanto por el riesgo país como porque hay diseñada toda una estrategia para que Alemania se financie gratis a costa de otros países miembros, para que el alto coste de la reunificación, que todavía se debe en gran parte, lo paguemos nosotros.
Lo mas probable es que los socialdemócratas del SPD gobiernen con la derecha del CDU/CSU, como hicieron ya en el 2.005, ante la amenaza de la izquierda. No es una singularidad política de un país con características históricas muy particulares que están en la mente de todos, tiene mas que ver con la progresiva derechización que se viene produciendo en todos los partidos socialdemócratas europeos. Los socialistas, por ejemplo, también gobiernan con la derecha en Grecia, para frenar a la coalición izquierdista SIRYZA y han pactado puntualmente con la derecha en Portugal, para que esta pudiera aplicar su política de recortes.

En España hoy parece imposible que el PP y el PSOE pudieran firmar un pacto de Gobierno, después de todas las cosas que se han dicho, pero imagínese usted el siguiente escenario en las próximas elecciones generales: El PP gana las elecciones pero no tiene mayoría para gobernar ni pactado con los nacionalistas, el PSOE no remonta, pero sumados sus escaños a los de IU y UPyD, que suben mucho, puede formar Gobierno. Hay dos opciones, un pacto roji-verde-magenta, como el que, de forma algo más que tácita, hay en Asturias, o una gran coalición a la alemana. Diez contra uno a que, “por responsabilidad y por el bien de España”, como nos dirían, se impondría la segunda. El verdadero poder, tanto en Alemania como aquí, es el que decide.

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