domingo, 26 de agosto de 2012

LOS PELIGROS DEL ESCUDO ANTIMISILES

A pesar del drama al que la crisis económica empuja a muchas familias, hay otros asuntos aún mas graves que nos amenazan, aunque los medios informativos no les reserven ni un pequeño espacio ni les den un solo minuto, quizá para que la mayoría de la gente no sea consciente de ello.
La crisis económica nos puede arruinar, incluso puede conseguir que muchos ciudadanos se conviertan en indigentes, pero mucho peor es que nos carguemos el Planeta, incluida toda la vida que hay en él.
Este verano está siendo especialmente caluroso en el Hemisferio Norte, consecuencia, sin duda, del cambio climático provocado por los gases de efecto invernadero que produce la loca actividad humana. Por si alguien todavía tenía alguna duda, las nunca vistas, hasta ahora, plagas de medusas en mares históricamente fríos, o el inusual y gigantesco deshielo de gran parte del glaciar de Groenlandia son fenómenos que, unidos a otros que se han observado en los últimos años, deberían hacer reflexionar a los Gobiernos y a las personas y que todo el mundo sea consciente de que hay que actuar de inmediato, porque puede que estemos muy cerca del punto de no retorno, es decir, del momento en que ya no podamos hacer nada para revertir el apocalipsis climático y el colapso de la Biosfera.
También continúa pendiendo sobre la Humanidad la amenaza de una guerra nuclear que carbonizaría la Tierra. Durante mucho tiempo nos vendieron que la carrera de armamentos y el desarrollo de armas de destrucción masiva se justificaban por la supuesta "amenaza comunista", pero acabada la "Guerra Fría" y desaparecidos el Pacto de Varsovia y la URSS, Occidente, y en particular los EE EE, siguieron fabricando armamentos de todo tipo en grandes cantidades. Baste decir, como dato incuestionable, que el presupuesto de Defensa de USA, incluidas las partidas adicionales para los conflictos de Irak y Afganistán, es mayor que la suma de todos los presupuestos de Defensa del resto de naciones de la Tierra. Por si esto fuera poco, el presidente Obama ha seguido adelante con el programa de la IDE (Iniciativa de Defensa Estratégica), mas conocida como "Guerra de las Galaxias", al que dio un gran impulso, en los años 80, el presidente Ronald Reagan. Se ha pasado del estudio y desarrollo a la fabricación e instalación de los componentes de la primera fase del programa. En bases terrestres y marítimas se están desplegando por varias partes del mundo poderosos radares y sistemas de identificación y seguimiento de blancos (en España, en la Base de Rota, Cadiz), y también en órbita terrestre. Mientras se dice a la opinión pública que el escudo antimisiles es para prevenir un ataque de Corea del Norte o Irán, la verdad es que se busca la supremacía militar hasta el punto de poder amenazar la soberanía de cualquier Estado con un golpe nuclear sin posibilidad de respuesta. En concreto, el despliegue de los sistemas de la IDE va dirigido, obviamente, contra Rusia y China. Pero antes de que se instalen los componentes principales de la segunda fase del programa, potentes cañones electromagnéticos y láser por inducción atómica situados en el Espacio, rusos y chinos han reaccionado al sentirse directamente amenazados. Ambos no están en disposición de entrar en una carrera tecnológico-militar en este campo, porque EE UU lleva mucha ventaja, ya que inició las pruebas en los años 70, a pesar de los acuerdos de no desarrollo de sistemas antimisiles firmados con la URSS (Tratado DAM). Pero, el presidente Putin dio orden de que se desarrollara un poderoso misil intercontinental que pudiera burlar todos los sistemas de intercepción y este, el "S-30 Bulavá", con un rango de 10.000 kilómetros, diez ojivas independientes, alta velocidad y trayectoria aleatoria (SLBM), ya es operativo en los nuevos submarinos nucleares de la clase "Borey" y en plataformas móviles terrestres protegidas en silos (ICBM). Pero China, que no cuenta con tan alta tecnología, se ha decidido por producir un nuevo misil balístico derivado del antiguo "SS-27 Topol" soviético, pero también con diez ojivas nucleares y capaz de esparcir señuelos, tanto en la fase ascendente como descendente. Lo peor, China compensará la posible vulnerabilidad de su misil con una producción y despliegue masivos. Ni que decir tiene que la posibilidad de fallos o errores fatales se incrementará exponencialmente.
Esos son los peligros que lleva implícitos el escudo antimisiles y la intención de conseguir la hegemonía mundial a cualquier precio.

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