¿BOTELLÓDROMO EN GIJÓN?

En la comisión de seguridad ciudadana se han votado las enmiendas al texto de la ordenanza municipal de "protección de la convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales", que casi todo el mundo ha centrado en el asunto del "botellón", aunque también contempla bastantes mas cosas. Con los votos de Foro y del PP han salido adelante unas cuantas iniciativas que me dejan perplejo y que me han convencido definitivamente que, es estos asuntos, son tan inútiles y tan irresponsables los que ostentan ahora la mayoría en el gobierno municipal gijonés como los que han pasado a la oposición después de usufructuar el poder en nuestra ciudad durante mas de 30 años. Unos y otros no tienen la menor intención de atajar el verdadero problema, que no es otro que el grave riesgo que para la salud de nuestros jóvenes tienen esas concentraciones que acaban con adolescentes completamente borrachos, vomitonas y todo tipo de basuras que los servicios de limpieza municipales tienen que recoger gracias al dinero de los impuestos y tasas que pagan los ciudadanos responsables.
Pero es que, para mas mofa y escarnio, precisamente nuestra alcaldesa, la Sra. Moriyón, y la líder del PP local, Dña, Pilar Fernández Pardo, son profesionales de la medicina, que deberían estar mas concienciadas que nadie del problema, como lo están los galenos y enfermeras que tienen que atender los comas etílicos en los servicios de urgencias todos los fines de semana.
En resumen, con la prohibición de que no se puedan hacer concentraciones para beber en la calle a menos de 50 metros de un lugar habitado, se pretende contentar a la parroquia de votantes, pero nada más. Los jóvenes se concentrarán en parques alejados de la ciudad a beber como cerdos y los ciudadanos tendrán las aceras y sus portales limpios y podrán dormir a pierna suelta, aunque no con la conciencia tranquila.
Hay otras iniciativas de la derecha que nos gobierna que también darán que hablar, como que se puedan seguir vendiendo vehículos en la vía pública o que las autocaravanas puedan aparcar sin restricciones. Ya hay avenidas en Gijón donde es muy difícil encontrar aparcamiento, porque hay decenas de coches con el correspondiente letrero en el cristal de "se vende" que permanecen durante semanas sin moverse. También veremos a los turistas acampar y hacer vida en sus autocaravanas en cualquier sitio. De locos.
Solo nos falta que ahora el equipo de gobierno municipal y los que les apoyan propongan un buen lugar en las afueras de la ciudad para que los jóvenes se puedan emborrachar sin problemas, con un buen servicio de autobuses hasta altas horas de la madrugada y con un retén permanente de ambulancias, no sea que se les muera alguno. También podrían aprobar en el próximo pleno que la tarjeta ciudadana sirva para comprar bebidas alcohólicas. Demos todas las facilidades, oigan.
Tendremos un botellódromo en Gijón, como en todas esas ciudades tan modernas y progres repartidas por este desgraciado país, porque mientras los jóvenes estén con el cubata en la mano no pensarán en rebanar el pescuezo a los que les han condenado al paro y robado su futuro.