miércoles, 20 de julio de 2011

EL PROBLEMA DE LA INMIGRACIÓN

Según las encuestas del CIS, el problema de la inmigración suele figurar en segundo lugar, solo por detrás del paro, en las preocupaciones de los españoles, a pesar de ello, muy pocas veces se habla del asunto en las tertulias radiofónicas o televisivas, ni se escriben artículos que lo analicen en los periódicos. Hay miedo a tratar este tema porque la falsa progresía ha elaborado un discurso cínico, pero muy bien trabado, que ha calado en el subconsciente colectivo hasta el punto que la gente no se atreve a abrir la boca. Todo el mundo piensa, con razón, que a la menor crítica de las políticas que se han seguido en España en los últimos años con el fenómeno de la inmigración te colgarán de inmediato el sambenito de racista y xenófobo y tus argumentos, por muy cabales que sean, no servirán de nada. Aunque te sientas de izquierda, te llamarán nazi.
España es en estos momentos, con 5,3 millones censados, el segundo país de la UE con más inmigrantes, solo superada por Alemania, que tiene 7,3 millones, pero teniendo en cuenta que la población de la República Federal es de 82 millones de personas, somos el primer país en porcentaje. Otro dato, uno de cada tres inmigrantes que llega a la UE entra por nuestro país. Paradójicamente, como usted bien sabe, también somos el Estado de Europa con mayor porcentaje de paro, casi un 21% (cerca del 45% en los menores de 27 años), es decir, casi cinco millones de personas.
La inmigración masiva en España empezó coincidiendo con el fenómeno del “ladrillo”, pues los empresarios querían mano de obra barata para multiplicar sus beneficios. Cientos de miles de personas con muy poca o ninguna cualificación profesional llegaban procedentes de Iberoámérica, del Magreb, de los países del Este de Europa y del África subsahariana, principalmente, pero también de Pakistán, Siria y otros países de Asia. Se dieron algunos fenómenos importantes que todo el mundo conocía pero que los políticos no comentaban, por ejemplo, las prostitutas españolas fueron sustituidas por extranjeras sin papeles, muchas veces esclavizadas por las mafias, estamos hablando de unas 350.000 mujeres. Muchos miles eran empleados como peones en la industria de la construcción, en la agricultura, etc. ¿Quién no recuerda las famosas pateras durante los Gobiernos de Aznar?, pero la mayor parte entraban por el aeropuerto de Barajas, como turistas, o por nuestras fronteras superpermeables de los Pirineos, principalmente por La Junquera. Con los socialistas en el poder el fenómeno se incrementó aún mas. El Gobierno de Zapatero no solo hacía la vista gorda con la llegada masiva de inmigrantes, incluso regularizó a cientos de miles aumentando el efecto llamada. Las pateras fueron sustituidas por los cayucos y los autocares que hacían la ruta Bucarest-España no daban abasto, también experimentó un crecimiento exponencial la llegada de ciudadanos chinos.
Con el tiempo los inmigrantes coparon una buena parte del mercado laboral en otros sectores, como la hostelería, la logística, la seguridad privada, las empleadas del hogar, los servicios de limpieza, etc, mientras muchos españoles engrosaban las listas del INEM. El proceso se incrementó con la crisis. Muchas empresas ajustaron sus balances metiendo tijera al apartado laboral y sustituyendo trabajadores españoles por inmigrantes con condiciones salariares inferiores. En estos momentos los rumanos y los marroquíes, con mas de un millón de personas por cada colectivo, son las comunidades mas numerosas, pero ecuatorianos, por ejemplo, también hay mas de 600.000.
Otro problema añadido a la irresponsabilidad de nuestros gobernantes es que hay una gran parte de inmigrantes que permanecen en nuestro país de forma ilegal, trabajando en la economía sumergida y en actividades al margen de la Ley. La venta callejera, incluyendo productos falsificados (el Gobierno autoriza vender hasta 400 euros de productos falsificados para no tener que meter en la cárcel a los inmigrantes), el robo masivo de cobre, etc, está en la mente de todos. Sin embargo, toda esta gente disfruta de los servicios sociales y del Sistema Público de Salud completamente gratis, incluidos salarios sociales, guarderías y escuelas públicas, etc, al no declarar ingresos, con prioridad sobre los españoles o los inmigrantes legales.
La situación ha llegado a tal extremo que en algunas CC AA hay un grave problema de financiación de la Sanidad y ha caído en picado la calidad de la enseñanza, al tener los profesores en las aulas a un gran porcentaje de alumnos que ni siquiera saben nuestro idioma. Ya hay pueblos en Cataluña, Valencia, etc, donde hay mas inmigrantes que españoles.
También se ha producido un fenómeno que era previsible. Muchos inmigrantes no legales se han dado cuenta de que España es un país poco serio y al que es fácil tomar el pelo. Los matrimonios de conveniencia para obtener la nacionalidad, la llegada de embarazadas a punto de dar a luz o con niños pequeños alquilados que hacen pasar por sus hijos, etc. son algunas de las muchas triquiñuelas que emplean para quedarse en nuestro país.
Pero esta situación escandalosa no solo afecta a los españoles, también a otros países y a otros ciudadanos de Europa. El espacio Schengen, que permite a los ciudadanos europeos moverse libremente dentro de las fronteras de la UE, está empezando a ser limitado por países como Dinamarca o Finlandia, que están poniendo agentes para controlar la llegada de personas indocumentadas. Francia, con menos ruido, ya lo viene haciendo desde hace tiempo.
Cerrar los ojos ante este problema que nos está afectando gravemente o pensar que España va a solucionar los problemas del Tercer Mundo es un ejercicio de irresponsabilidad que traerá malas consecuencias. Una de ellas, la llegada al poder de partidos de extrema derecha, como ya ha sucedido en algunos Estados de Europa.

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