domingo, 27 de febrero de 2011

OTRA VEZ SAMA-VELILLA


El secretario general de la FSA y candidato a la presidencia del Principado, Javier Fernández, ha vuelto a sacar a relucir, en esta precampaña que ya es una campaña, el asunto de la línea de alta tensión Sama-Velilla, dándole prioridad absoluta sobre los demás asuntos que nos afectan a los asturianos. Nosotros sabemos perfectamente el porqué del prurito de los dirigentes socialistas con este asunto, que no es tanto el futuro industrial de Asturias, aunque insistan en ello, como satisfacer intereses que nada tienen que ver con el bienestar que desean los ciudadanos de esta tierra. Inmediatamente ha salido a la palestra algún que otro escrito de apoyo a las llamadas “líneas de evacuación”, poniendo el acento en que no habrá inversiones de nuevos grupos termoeléctricos en Asturias si luego no se puede transportar fuera de nuestra región esa energía. Nosotros, como nos califica Juan Neira en su escrito en “El Comercio” este domingo, formamos parte de “la miríada de novelistas y cuentistas” que nos oponemos a esta fechoría, como nos hemos opuesto al proyecto de macroincineradora de Serín, tan querido también por Neira. No es, sin embargo, con descalificaciones como se carga uno de razones, sino con argumentos.
Dentro del marasmo energético y de infraestructuras que padece España, merced a la desastrosa gestión de los gobiernos del PSOE y del PP, Asturias se encuentra en una situación difícil. Por un lado tenemos un sector minero, fuertemente subvencionado, al que la UE ya ha puesto fecha de caducidad para el año 2.018, en que las explotaciones hulleras no rentables (prácticamente todas) tendrán que cerrar. Por otro se ha construido un faraónico puerto al que se busca desesperadamente dar sentido y en el que la regasificadora y los nuevos grupos de ciclo combinado son apuestas imprescindibles. Es decir, la línea Sama-Velilla es un ingrediente mas en la justificación de políticas que van por el camino equivocado, la defensa de los combustibles fósiles que, como todo el mundo sabe, no se agotarán porque, mas pronto que tarde, tendrán un precio inasumible.
Asturias es, junto con los núcleos urbanos de Madrid y Barcelona, la comunidad autónoma que padece mayor contaminación atmosférica de España. Estos días hemos asistido a la rabieta de Dulce Gallego, concejala (entre otros cargos) de Medio Ambiente en el ayuntamiento de Gijón, ante la evidencia de las alarmante mediciones de la calidad del aire en nuestra ciudad. A pesar de ello y de que los asturianos tenemos que padecer las ingentes emisiones de cinco centrales térmicas, mas Arcelor, Asturiana de Zinc, papelera de Navia, etc, a algunos no les parece suficiente y apoyan y defienden proyectos que empeorarían gravemente la actual situación, con grave perjuicio para la salud de los ciudadanos.
Asturias no puede convertirse en el sumidero atmosférico del Estado, bien sea para producir electricidad o para quemar las basuras generadas en otras CC AA, que hagan rentable una incineradora con una capacidad de 450.000 toneladas anuales.
Los que tenemos conciencia de la gravedad del cambio climático y del deterioro medioambiental no podemos apostar por iniciativas que van contra nuestras mas profundas convicciones.
¿Cuánto nos ha costado a los españoles y al medio ambiente las decisiones y rectificaciones socialistas en su política nuclear?. Si Felipe González no hubiera paralizado el programa de centrales atomoeléctricas el mix energético de España sería hoy mas racional y mas competitivo y no se pediría a Asturias sacrificios que no queremos asumir.
Estamos esperando con impaciencia cuales son las apuestas programáticas de Foro Asturias y UPyD sobre estos asuntos que consideramos de vital importancia. Ya sabemos que tanto el PSOE, como el PP e IU (que critica pero deja hacer) han perdido el Norte y que el Bloque por Asturies ha estado bien, cambiado sillones por coherencia.
Los asturianos, no los periodistas ni los “cuentistas”, decidirán el día 22 de mayo.

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