sábado, 16 de enero de 2010

LAS COSAS QUE DICE RAJOY


Ya se están haciendo públicas algunas encuestas que dan una clara ventaja al PP si ahora se celebraran elecciones y, lo que aún es peor, el PSOE maneja otras donde los resultados serían pésimos para Zapatero y sus correligionarios. Y no estamos hablando de feudos de la derecha como Madrid o Valencia, sino de comunidades autónomas donde los socialistas llevan muchos años en el poder, como Andalucía y Asturias. En el PSOE hay gente con una visión providencial para el acomodo, por tanto no debe extrañarnos que Chaves y, dentro de poco, Areces, busquen un retiro sin sobresaltos. La crisis, o, mejor dicho, la pésima gestión que el Gobierno del PSOE está haciendo de ella, se lo está poniendo fácil al PP. Es curioso porque han sido precisamente las recetas que defiende la derecha las responsables de lo que estamos padeciendo. Pero, seamos sinceros, ¿los socialistas no abrazaron y participaron de las mismas tesis, de la misma filosofía económica?. La socialdemocracia también lo sacrificó todo en el altar del mercado y ahora, al estallar sus contradicciones, se ha quedado con el culo al aire. La pseudoizquierda va a pagar, como está ocurriendo en casi toda Europa, su oportunismo y su falta de proyecto estratégico.
Pero Rajoy, como Zapatero, es un imprudente. En vez de estar calladito y ver pasar el "cadáver" de su enemigo, sale con la defensa de la tan manida "reforma laboral" que, como ustedes saben, es un eufemismo que se emplea para no decir abaratamiento del despido. Es una metedura de pata infantil, como cuando nos contó lo que opinaba su primo del cambio climático. Es, que luego nadie se llame a engaño, un aviso de por donde pueden ir los tiros. Pero, hasta las próximas elecciones, primero autonómicas y municipales, pueden pasar muchas cosas. Yo tengo la sospecha de que el Gobierno del Sr. Zapatero y el PSOE, a pesar de todo lo que vienen diciendo, van a terminar aceptando estas recetas "neocon", es decir, la modificación a la baja de las indemnizaciones por despido y, lo que es aún peor, la reforma de las pensiones, tanto en la edad de jubilación como del cómputo para la prestación. La falta de ideas, aunque como sabe el Sr. Caldera tienen una fundación para elaborarlas, trae la consecuencia de que, al final, se aceptan las de otros. La crisis se está aprovechando para socavar derechos históricos de los trabajadores y para intentar volver a los suculentos beneficios de los años donde la especulación y la desvergüenza de los pudientes camparon a sus anchas. Mientras estas cosas ocurren, los sindicatos están desaparecidos. Si no reaccionan y dan un puñetazo encima de la mesa, no solo seguirán en la espiral de desprestigio donde se han metido, terminarán desapareciendo. Se ha abierto la veda, unos y otros competirán para ver quién exprime mas y mejor a los proletarios, mientras dicen que ese "aceite de ricino", que les quieren obligar a tomar, es la receta imprescindible para salir de la crisis. Si la pseudoizquierda se apropia de las cosas que esta diciendo Rajoy, apaga y vámonos, ¿donde?, hay un mundo fuera del bipartidismo.

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