Un fenómeno está perjudicando
gravemente a las izquierdas en España, la abstención creciente de sus votantes
tradicionales, un fenómeno que no es exclusivo de nuestro país, ya lo hemos
visto en otras partes de Europa, pero que aquí tiene razones históricas para
manifestarse con más virulencia. Dentro de la ausencia total de autocrítica de
las formaciones de izquierdas españolas, después de lo que les ha pasado en las
últimas confrontaciones electorales, tenemos que enmarcar el inexistente
análisis serio sobre el porqué de que cientos de miles de sus votantes se han
quedado en casa y no han acudido a las urnas. En efecto, en las últimas
elecciones generales Unidos Podemos (IU y Podemos) perdieron en conjunto más de
un millón de votos y solo pudieron mantener el mismo número de diputados
gracias a acudir juntos a los comicios. Lo mismo ha pasado a estas formaciones
políticas en las elecciones autonómicas catalanas y andaluzas y algo parecido le ha pasado al PSOE. Eso no sucede en Francia, por ejemplo, donde
muchos de los que ahora votan a Marine Le Pen votaron en su día hasta al Partido
Comunista. Pero en Francia no han tenido una guerra civil ni una dictadura
fascista que duró cuarenta años. Este tipo de abstención no perjudica a las derechas en
España, porque sus votantes cambian el voto entre sus partidos con total
naturalidad, así, los errores de una formación política de derechas premian a
otra del "mismo" espectro político, pero eso no sucede en las izquierdas, donde al elector le cuesta mucho más cambiar el sentido de su voto, aún dentro del "mismo" espectro político.
¿Por qué muchos votantes
de izquierda se han quedado en casa en vez de acudir a las urnas? Esta pregunta
se puede responder, como han hecho algunos estados mayores de algunas
formaciones políticas de izquierdas, echando la culpa a los electores o con
verdadera autocrítica, seguramente es que algo hemos estado haciendo mal. Muchos
votantes de izquierda no están de acuerdo con algunas cosas que defienden las
formaciones políticas a las que votaban hasta anteayer: ¿manga ancha total para
la inmigración irregular, coqueteo con los independentistas catalanes o querer
derogar la prisión permanente revisable para asesinos psicópatas imposible de
reinsertar, por ejemplo? pues, por ejemplo. Así que las izquierdas están ante
la disyuntiva de seguir diciendo que están en posesión de la razón y que los
electores, sus electores, son los equivocados, y, así, suicidarse, o rectificar. Veremos.
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