Aunque en nuestro país hay cosas
de las que casi no se habla o pasan casi desapercibidas, en Italia es todo un
escándalo, el enésimo en el país transalpino, el intento de involucrar al Papa
Francisco en el asunto de los abusos sexuales de la Iglesia, en concreto
haciéndolo aparecer como consentidor para desprestigiarlo. No es la primera vez
que las cloacas del Vaticano son campo de batalla de conspiraciones y hasta
asesinatos y tanto la literatura como el cine nos han servido historias que,
aunque parezcan increíbles, yo creo que se quedan cortas ¿Cómo es posible que
purpurados y sus secuaces cometan semejantes pecados? pues igual que dicen que
Satanás se reveló contra Dios, hay cardenales que conspiran contra el Papa. Yo
no sé si arderán en el Infierno, porque quizá el Infierno no exista, pero
las Justicias vaticana e italiana ya están investigando para que los golpistas
paguen aquí. El exnuncio apostólico y exembajador del vaticano en los EE UU, Carlo
María Viganó, que está metido hasta el cuello en el asunto, fue el encargado de
llamar al periodista Marco Tossati y reunirse con él para entregarle un
documento de once páginas donde se pide la renuncia de Francisco por, según el
libelo, encubrir durante cinco años al cardenal estadounidense, Theodore McCarrick,
implicado en escándalos sexuales. No solo eso, el arzobispo Carlo María Viganó
pidió al periodista que redactara mejor la patraña para hacerla más creíble.
La verdad es que hay una guerra a
muerte, y lo de muerte no es una alegoría ni lo digo en sentido figurado,
porque ya tenemos unos cuantos cadáveres, entre las alas más conservadora de la
Iglesia y la más progresista, o, si usted quiere, entre el Opus Dei y los jesuitas.
Esa lucha se dirime en todo el mundo, pero especialmente en Iberoamérica y en
el Vaticano y en ella está implicados desde servicios secretos de algunos
Estados hasta la mafia. La logia masónica “Propaganda Dos” estuvo implicada en
el secuestro y asesinato del ministro democristiano Aldo Moro para impedir que
se consumara el “Compromiso Histórico”, es decir, un Gobierno de coalición donde
también estuviera el Partido Comunista Italiano, pero también en oscuras
maniobras financieras no ajenas a lo más impresentable del Vaticano. Recordemos
el asesinato nunca aclarado del que había sido presidente del Banco Ambrosiano,
apodado “El Banquero de Dios”, Roberto Calvi, el 17 de junio de 1.982 en
Londres. No hacía demasiado tiempo que otro jesuita, como Francisco, Albino
Luciani, que fue nombrado Papa el 26 de agosto de 1.978 con el nombre de Juan Pablo
I, aparecía muerto también en extrañas circunstancias solo 33 días después de
ser ungido Papa. Al parecer alguien le había dado una taza de leche caliente la
noche anterior, pero no se permitió que se efectuara la autopsia. Es decir, las
conspiraciones y los navajazos traperos vienen de antiguo.
El Papa Francisco ha sido muy
beligerante con los abusos sexuales y desde que llegó al liderato de la Iglesia
no ha pasado ni una, ha pedido en infinidad de veces perdón e incluso se ha
carteado y/o telefoneado con muchas víctimas. Pero, son otras las causas profundas
del nuevo intento de golpe de Estado en el Vaticano y yo he intentado
humildemente exponerlas aquí. Ahora Francisco es el objetivo. De momento no han
podido con él.
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