El día 22 de este mes de julio se
volverá a celebrar el Festival Aéreo de Gijón, esta vez en su ya XIII edición.
Este festival forma parte de la oferta turística y de interés público del
verano de nuestra villa y reúne a decenas de miles de personas de toda Asturias
y de fuera de nuestra región en el Muro de la Playa de San Lorenzo y en zonas
cercanas, desde el Cerro de Santa Catalina a la Providencia. Son obvios los
beneficios que este festival aporta a Gijón, desde la promoción de la ciudad a
la facturación del sector hostelero, también que la gente, hasta los más
pequeños, se familiarice con el mundo de la aviación y que conozcan que comprende
mucho más que los aviones comerciales que están mucho más acostumbrados a ver. Pues
bien, es precisamente porque en el Festival Aéreo la mayoría de las aeronaves
que participan, bien sean aviones o helicópteros, son militares que todos los
años vuelve la polémica sobre la conveniencia, o no, de que las “máquinas de
matar” formen parte de un espectáculo para la población. Es este un discurso
que para nada es nuevo y que tuvo mucho auge con el movimiento hippie de los años sesenta ¿se acuerda usted?
“paz y amor”. La verdad es que la inmensa mayoría de los hippies eran “hijos de
papá" que vivían sin dar un palo al agua mientras criticaban a la sociedad
fumándose porros. Aquellos hippies estaban contra la Guerra de Vietnam, pero,
aquella guerra no se ganó con “paz y amor” la ganaron los vietnamitas AK-47 en
ristre. Pues, los seguidores de aquella filosofía estúpida son los mismos que desean que nuestro país gaste lo menos posible en Defensa y que no les gusta el Festival
Aéreo porque en el vuelan algunos aviones de combate.
La verdad es que a todos nos
molaría mucho un mundo donde no existieran ni armas ni guerras, pero una cosa
es el mundo de Alicia y otra muy distinta el mundo real ¿Se imagina usted a los
soviéticos diciendo a los nazis (cuando invadieron la URSS con tres millones de
hombres y un millón más de aliados fascistas en la Operación Barbarroja, una
operación que, como dijo Hitler a sus generales, no era una guerra convencional,
sino de exterminio) que fueran buenos y que eso de invadirlos estaba muy feo?
¿Se imagina usted a los sirios diciendo exactamente eso mismo a los asesinos
del Estado Islámico y del Frente al Nusra, a los que comían los corazones aún
palpitantes de los soldados sirios, arrojaban a los prisioneros desde las azoteas,
les rebanaban los pescuezos o crucificaban a los cristianos? Una cosa es tener
ejércitos, como tienen algunos, para aventuras imperiales y otra muy distinta para
defenderte de los malos. Yo estoy completamente seguro que los que desean que
nos desarmemos serían los primeros en salir corriendo si alguien nos atacara.
Así que está muy bien que el Festival
Aéreo de Gijón siga igual que cuando empezó, que continúe su carrera de éxitos
y que lo disfrutemos todos. Y está muy bien que tengamos unas FFAA con los medios materiales y humanos que necesitan para cumplir con el mandato
constitucional, que no es invadir a nadie ni ir a hacer guerras por el mundo,
es defender a los españoles, aunque, eso sí es verdad, esto no siempre se ha
llevado ni se lleva a rajatabla. Pero, esta es otra historia.
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