Una nueva profesión se está
expandiendo en España, es la profesión de “gorrilla”, estamos hablando de una
actividad que se ejerce al margen de la Ley y que incumple toda la normativa
laboral e impositiva, entre otras. Los “gorrillas” son unos individuos que se
han ido haciendo con el control de las calles y de los aparcamientos públicos
para establecer allí un lucrativo negocio. El fenómeno empezó muy tímidamente y
era casi exclusivo de los indigentes, pero, ante la inacción de las autoridades
y las Policías, se ha ido extendiendo por todas las ciudades de España y ahora
ya está en manos de las mafias, que se quedan con una buena parte de los
ingresos que obtienen los que a pie de calle y de aparcamiento exigen entre uno
y tres euros a los conductores “para que a su vehículo no le pase nada”. Como
en otras actividades ilegales o alegales con las que se ha tenido mucha
comprensión y mucha manga ancha, sea la prostitución y sean los “manteros”, por
poner solo dos ejemplos, la mayoría de los “gorrillas” son extranjeros
indocumentados explotados por mafias como la nigeriana, que también está muy
introducida en la trata de blancas, en este caso concreto de negras.
Me hace mucha gracia la nueva
campaña que han iniciado para controlar
las contrataciones irregulares en la hostelería y en algunas otras empresas ¿De
verdad alguien se ha creído que quienes nos gobiernan están interesados
realmente en acabar con la economía sumergida y el fraude fiscal? Ni han
modificado la Ley y el Código penal, para endurecerlos, ni tienen ninguna
intención de acabar con actividades mafiosas que dan empleo a centenares de
miles de personas, sea la prostitución, sean los “manteros” o sean los “gorrillas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario