sábado, 7 de julio de 2018

LAS PRIMARIAS DEL PP


Tras la primera vuelta de las primarias del PP para elegir al nuevo presidente del partido y más que previsible candidato a la presidencia del Gobierno en sustitución de Rajoy, han salido victoriosos la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, y el vicesecretario general de Comunicación (ahora se llama así a la propaganda) Pablo Casado Blanco. Si por algo han llamado la atención estas primarias es porque han sido las primeras que realiza el PP y por la bajísima participación de sus militantes, no se sabe muy bien si porque les importa un pimiento quién dirija su propio partido o porque en realidad el PP tenía muchos menos militantes (otra cosa son los votantes) de lo que nos decían. Soraya ha sido la que más sufragios ha obtenido, pero yo creo que el verdadero ganador de esta primera vuelta ha sido Casado, por dos razones: una, porque casi todo el mundo, empezando por Mercedes Fernández, pensaba que Dolores de Cospedal iba a llegar a la final y, otra, porque, al contrario que Soraya, Casado va a gozar del apoyo de los más importantes candidatos que no han pasado la primera criba, me refiero a José Manuel García-Margallo, cuya animadversión por la exvicepresidenta, que lo apartó del Ministerio de Exteriores, es por todos conocida y también de Cospedal, pues es público que la exministra de Defensa, presidenta del PP en Castilla-La Mancha y secretaria general del partido, casi no se habla con Soraya y ambas, tan ambiciosas una como otra, se llevan fatal. Si a esto añadimos que Saénz de Santamaría llegó al Gobierno de la mano de Rajoy, pero que no es una mujer del partido, y que, por el contrario, Casado es un hombre de la organización que también cuenta con el apoyo de conspicuos que para los que no somos del PP nos parecen impresentables pero que para los peperos siguen teniendo tirón, como José María Aznar o Esperanza Aguirre, pues el asunto está más que diáfano. Por cierto, es alucinante que Aznar lo mismo apoya a Albert Rivera que a Casado, de partidos distintos que compiten, y se quede tan ancho. D. José María, con esa cara de malo que se le ha puesto con los años, es un oráculo muy poco respetuoso con su antiguo partido y muy poco serio.
Ahora el interés se centra en si en la segunda vuelta habrá una confrontación de personas, de ideas y de proyecto entre los dos candidatos que han pasado a la final o si se cerrará en los despachos un acuerdo para hacer una candidatura conjunta donde el cabeza de lista será Pablo Casado y donde Soraya Saénz de Santamaría, si se porta bien y retira su candidatura, tendrá un puesto relevante, lo mismo, faltaría más, que Dolores de Cospedal ¿Ideas y proyecto? a quién interesa eso. Preocupa que pueda haber una fractura, porque, aunque ideológicamente el PP es mucho más cohesionado y uniforme que la antigua UCD, lo que le pasó al partido de Adolfo Suárez flota en el ambiente y ahora está ahí Ciudadanos como banderín de enganche para los descontentos. Si esto es la renovación del partido, que venga Dios y lo vea. Naturalmente, puedo estar equivocado, pero, como el tiempo es un juez insobornable, ya lo veremos dentro de pocos días.

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