Crece la probabilidad de que la
izquierda presente una moción de censura en el Gobierno local de Gijón a falta
de menos de un año, serán el 26 de mayo de 2.019, para que se celebren comicios
municipales, que coincidirán también con las elecciones al Parlamento Europeo y
a los parlamentos regionales de todas las CC AA, excepto Andalucía, País Vasco,
Cataluña y Galicia. ¿Qué ha sucedido para que algo por lo que lleva clamando Izquierda
Unida desde hace bastante tiempo pueda llegar a fraguar? pues, no ha sido la
moda impuesta por Pedro Sánchez ni otros condicionantes ajenos a nuestra villa
y, todavía en más medida, a la política asturiana.
Mucha gente fuera de Gijón, ya no
digo nada de fuera de Asturias, no puede entender cómo es posible que Xixón si
Puede, es decir, Podemos, esté apoyando un gobierno en minoría de la derecha,
de un partido que creara nada menos que Francisco Álvarez-Cascos, el que fuera
lugarteniente de Manuel Fraga y ministro de Fomento con Aznar. Nadie entiende
fuera de aquí que una ciudad mayoritariamente e históricamente de izquierdas,
mayoría que se ve reflejada en la composición de los grupos municipales, tenga
una alcaldesa de Foro Asturias, el partido de Cascos. No lo entienden porque no
han vivido aquí, no han visto una alcaldesa socialista en coche de lujo con
chófer, no han visto como se expropiaban terreros a 42 euros el metro cuadrado
para cedérselos gentilmente a los especuladores del ladrillo, no han visto
candidatos socialistas a la alcaldía con cuatro salarios, no han visto las
fechorías de Dulce Gallego en la EMA y no han visto a IU haciendo de palmeros
de todo eso. Por eso Gijón tiene el Gobierno municipal que tiene. Pero, las
circunstancias objetivas que propiciaron un Ejecutivo municipal que, por su
singularidad, ni se puede calificar de Frankenstein ni tiene símil posible en
toda la Familia Monster, han cambiado drásticamente. Tras de derrota electoral de Foro Asturias en las últimas elecciones
autonómicas, aunque no solamente por eso, este partido inició un camino que le
va a llevar a su desaparición al perder su razón de ser y de estar, un camino
de regreso a sus orígenes, al PP. Como yo no estoy en los pensamientos de Cascos,
estoy muy lejos de esa altura intelectual, nunca lo he podido entender. Se aliaron
con el PP para acudir juntos a las elecciones generales y votaron con el PP
todo lo que el partido de Rajoy llevó al Congreso de los Diputados, exactamente
el mismo PP que había ninguneado a D. Francisco y, junto con el PSOE (IU se
abstuvo), tumbó sus Presupuestos y le obligó a convocar elecciones autonómicas,
lo que significó la pérdida del Gobierno de Asturias. Ese camino tiene un
final, un final que ya está muy cerca, porque cuando alguien está empeñado en
suicidarse no puedes hacer nada. Al mismo tiempo se producía un cataclismo en
el PSOE, donde barones y conspicuos muy importantes daban un golpe contra su
propio secretario general, un golpe que, como todos hemos visto, fracasó y que,
también lo hemos visto, ha tenido consecuencias cruciales en Asturias, yo creo
que para bien de la FSA-PSOE, y los acontecimientos que se avecinan, por si
todavía no hay suficientes evidencias, me darán la razón.
Se dan las condiciones para que
prospere una moción de censura en el Ayuntamiento de Gijón y para que esta
villa tenga, como es lo lógico, por lo que votan mayoritariamente sus
habitantes, un alcalde o una alcaldesa de izquierdas. Pero, obviamente, nada de
lo que puede venir nos debe recordar al pasado, ni las personas, ni los modos,
ni las actuaciones. Si hay titubeos no habrá acuerdo.
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