VENEZUELA

La derecha española tiene ahora una fijación, Venezuela, nunca la vi tan preocupada por lo que acontece en ningún otro país, tal parece que lo está mucho mas que por lo que pasa en el nuestro y pone mas énfasis en defender los derechos de los venezolanos y la democracia en aquella república que en defender los de los españoles y nuestra propia democracia. El fenómeno ni es, ni mucho menos, nuevo, tras la muerte del general Franco, que había mantenido muy buenas relaciones con la isla caribeña, la derecha española también tuvo a Cuba en el punto de mira de sus críticas, y la sigue teniendo, pero menos, porque los líderes de Podemos no han tenido relación con el Gobierno cubano. Es Podemos, en efecto, su auténtica preocupación y no Venezuela ni las repúblicas hermanas de Iberoamérica, que les importan bien poco. Porque, problemas tan graves o más que los de Venezuela los lleva sufriendo, por ejemplo, México, con miles de muertos, desaparecidos y torturados y con la mayor corrupción del mundo. Hasta el actual presidente, Peña Nieto, llegó al poder repartiendo entre los electores tarjetas regalo de unos conocidos grandes almacenes de aquel país ¿Ha escuchado usted decir algo a la derecha española al respecto? Yo no. Pero aún fue mas llamativo y contradictorio el silencio que la derecha española durante el reinado de las dictaduras criminales del Cono Sur y de Centroamérica orquestadas por los EE UU. Si echamos mano a las hemerotecas veremos que políticos, opinadores y tertulianos derechistas que ya peinan canas no hacían crítica alguna de Pinochet, Videla o Somoza, por ejemplo, ni de sus crímenes, y las democracias chilena, argentina y nicaragüense se la traía floja. Estos derechistas, algunos que aplaudían la dictadura del general Franco hasta con las orejas, dicen estar preocupados por la democracia venezolana, al tiempo que envían armas y se besan con el rey y los príncipes de Arabia Saudí, la mayor dictadura de la Tierra. Nunca los vi tan preocupados desde que “El Búnker” hacía todo lo posible por cargarse a Adolfo Suárez. Mantener sus seculares privilegios es su verdadera preocupación y no Venezuela.