Ciudadanos, la formación política
que dirige Albert Rivera, otra vez nos vuelve a sorprender con una de sus
ocurrencias populistas, que ha sido acogida del buen grado por el PP, para sacar
adelante los Presupuestos. Se trata de bajar el tramo del IRPF a los trabajadores
con menores ingresos, es decir, que seamos todos los españoles, y no los
empresarios, los que les subamos el sueldo. A mí D. Albert, como supongo que a
mucha gente, me caía simpático cuando ejercía una dura oposición en Cataluña
mientras todos los demás hacían el caldo gordo a los independentistas, pero, al
pasar a la política nacional ha quedado patente la inconsistencia y poca
seriedad de sus propuestas políticas y de la praxis de su partido, no
solo porque en unos sitios se alía con el PP y en otros con el PSOE, sobre todo
por iniciativas poco meditadas e irresponsables.
La mayoría de la gente no leyó el
acuerdo que PSOE y Ciudadanos firmaron tras las penúltimas elecciones
generales, eso sí, fueron muchos los que acusaron a Podemos e Izquierda Unida
de ser los culpables de que gobernara Rajoy por no tragar con aquello. Bien
harían en leerlo, se puede encontrar en Internet, y verán como aquel documento se
parecía mucho al programa de Ciudadanos, donde, entre otras cosas, se pretendía
implantar en España la “mochila Austriaca”, es decir, que los trabajadores se
paguen su propio despido, además de una pírrica subida de solo un 1% del
Salario Mínimo Interprofesional. Otra ocurrencia de Ciudadanos que hemos visto
hace pocos días fue pretender legalizar en España la maternidad subrogada,
también llamada “vientres de alquiler”, eso sí, sin pagar nada a cambio de que
una mujer lleve nueve meses en su vientre una criatura que les va a regalar a
otros. De traca. Lo último es pretender obtener los votos de los mileuristas,
la inmensa mayoría jóvenes, a cambio de bajarles los impuestos.
Los tramos previstos, hasta ahora,
para el IRPF en función de los ingresos del año anterior estaban así: hasta
12.450 euros anuales el 19%, desde esa cantidad hasta 20.200 euros, el 24%,
hasta 35.200 euros el 30% y hasta 60.000 euros el 45%. Es decir, son los
trabajadores con salarios medios, los cuadros intermedios y los directivos de
las empresas los que soportan el grueso del IRPF. Eso sin contar con que otras
retenciones, para la SS, paro, formación, etc, también son de un porcentaje
sobre el salario. Por supuesto que deben pagar mas los que mas ingresos tienen,
pero algunos tramos soportan una presión fiscal excesiva sin que los salarios
sean demasiado altos. Tampoco aquí está el fraude fiscal, eso es cosa de los que no tienen una nómina. En esta sociedad de locos hemos llegado a algunas
paradojas: dado los sueldos miserables que abundan en el mercado de trabajo a
mucha gente le interesa mas vivir de los salarios sociales y recibir ayudas que
no tendrían si estuvieran trabajando. En el mismo sentido, hay trabajadores a
los que no interesa que les suban el sueldo, pues al pasar al siguiente tramo
del IRPF ganan finalmente menos. Si a esto añadimos la última ocurrencia de
Rivera ¿quién se va a esforzar por estudiar, ascender y, lógicamente, ganar mas
en su empresa? Mucho mejor hubiera sido subir el SMI a 900 euros netos (mil al
finalizar la legislatura) porque eso tendría un efecto positivo sobre los
salarios mas bajos, y sobre toda la masa salarial, sin perjudicar a la recaudación
fiscal. También beneficiaría a la recaudación de la SS. Lo que han acordado PP
y Ciudadanos supondrán unos 2.000 millones menos de ingresos que, para no subir
otros tramos ya muy castigados, irán al déficit, cuyo ajuste se modifica en una
décima para los próximos ejercicios fiscales. Para diferenciar entre las
políticas de izquierda y las de derecha y los populismos, o no, hay que entrar
en el detalle.
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