Muchos se han escandalizado por
las declaraciones del presidente de la Generalitat, Puigdemont, a un diario
francés donde asegura que no piensa cumplir la Ley ni lo que diga el Gobierno
de España o el Tribunal Constitucional ¿Pero, alguien en su sano juicio
esperaba otra cosa? ¿no es eso lo que vienen haciendo los independentistas
catalanes desde hace años? Pues lo mismo piensan hacer al final de la hoja de
ruta que se han marcado. A mí no me escandalizan las declaraciones de estos
fascistas de nuevo cuño, pues de ninguna otra manera se puede calificar a los
que aprueban normas parlamentarias para declarar la independencia sin debate
siquiera. Son los mismos que ya ponían multas hace años a los comerciantes que
rotulaban sus establecimientos en el idioma oficial del Estado, los mismos, en
fin, que, como el nuevo jefe camisa parda de los Mossos, insultan a los españoles
sin cortarse un pelo. Lo que verdaderamente me escandaliza es que sean las
instituciones, las fuerzas políticas, el Gobierno y hasta el mismo Rey los que
no tengan muy claro el cumplimiento de la Ley que tanto dicen defender. Lo que
me da miedo no es que los secesionistas quieran dinamitar el Estado, sino que
los que han jurado o prometido cumplir y hacer cumplir la Constitución no lo
hagan, incluidos todos sus artículos si fuera necesario, como el 155 o el 7, párrafo
1. Cuando se jura o promete la Carta Magna se hace íntegramente y con todas las
consecuencias.
Ya está mas claro que el agua que
las apelaciones a la cordura, a la legalidad y al cumplimiento de la Ley no
sirven de nada ¿cuándo los fascistas han acatado esas cosas? y que el Gobierno
de España tendrá que tomar otras medidas para defender la integridad del Estado
¿Cumplirán la Ley los que tanto apelan a su cumplimiento? esa es la cuestión.
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