martes, 9 de febrero de 2016

LA PINZA

Este término político lo acuñaron los socialistas en España cuando gobernaba Felipe González, lo utilizaron como una artimaña dialéctica para hacer creer a la gente que había un acuerdo entre el PP de José María Aznar y la IU de Julio Anguita. Nunca hablaron tanto los socialistas de la pinza y de que IU era aliada de la derecha como cuando Julio Anguita dijo, sin cortarse un pelo, ante las cámaras de TVE, que Felipe González era el señor X de los GAL. También dijeron los socialistas, todavía me acuerdo, que el entonces coordinador general de la Coalición estaba en otra galaxia. Cualquiera que conozca mínimamente los acontecimientos de aquel tiempo, y a Julio Anguita, sabe perfectamente que nunca hubo ningún acuerdo, ni tácito ni explícito, entre el PP e IU. Y tampoco es descabellado pensar, para cualquier persona sensata, que el presidente del Gobierno debía estar perfectamente informado de la guerra sucia y del terrorismo de Estado que llevaba a cabo el Ministerio del Interior contra ETA, un terrorismo que no solo actuaba al margen de la Ley, torturaba y asesinaba, incluso a gente que nada tenía que ver con la organización terrorista vasca. En la mente de todos está todavía el secuestro del empresario Segundo Marey, para el que ya tenían preparada la cal viva, pero también hubo otras víctimas menos conocidas, como Chistian Olaskoaga un bailarín que se había ido a Francia para no hacer la “mili” y que no tenía ninguna relación con ETA. Fue asesinado el 18 de noviembre de 1.984, con solo 22 años. Posteriormente, la Justicia española envió a la cárcel a toda la cúpula de Interior, incluido el ministro Barrionuevo, pero Felipe González, ese hombre que muchos socialistas consideran todavía un gran estadista, cobardemente, se fue de rositas. Ni había ninguna pinza ni Julio Anguita estaba en otra galaxia.
Pues bien, los socialistas asturianos han resucitado el término, ahora no es IU la que hace una pinza con el PP contra el PSOE, ahora es Podemos con el PP y Foro Asturias. Si el partido que fundara Cascos fue la bestia negra de la FSA en los últimos años en Asturias, el relevo lo ha tomado Podemos, la formación política que dirige Emilio León. En el gallinero asturiano no se habla de programas, mucha gente ya se ha dado cuenta que tienen mucho de cuento chino, sino de acuerdos concretos y, sobre todo, de praxis política. En Asturias hace mucho tiempo que los seguidores de San Agustín se han pasado a Santo Tomás. Quieren meter el dedo en las llagas y tocar sangre, porque han perdido la fe ciega. Llama la atención que sean precisamente los socialistas asturianos, los mismos que iban de mano de Gabino de Lorenzo, los mismos que se aliaron con el PP para echar abajo el Gobierno de Foro Asturias, los mismos que sacaron adelante los Presupuestos, ahora prorrogados, gracias al PP, los que hablen de pinza.
Javier Fernández tiene animadversión a Podemos, lo vimos el día que se entrevistó con Emilio León para escenificar una posibilidad de acuerdo entre las izquierdas para formar un Gobierno con una mayoría suficiente. Mas que teatro era una pantomima, porque el secretario general de los socialistas asturianos ya había decidido que no pactaría en ningún caso con Podemos y la mueca y el gesto de su cara en aquella entrevista lo decían todo. Una mueca y un gesto muy diferentes a los que muestra cuando va del brazo de Susana Díaz, descojonándose de risa, mientras conspiran contra Pedro Sánchez, que si quiere pactar con Podemos.
Los socialistas solo tienen 14 diputados de un total de 45 en la Junta General, es decir, aunque presidan el Ejecutivo no van a poder gobernar ni aprobar unos Presupuestos. Pero, parece que no son conscientes de ello, como tampoco parecen ser conscientes de porqué en Gijón mucha gente de izquierda votó a Foro Asturias y esta formación está sostenida por Podemos. Como ellos dijeron de Anguita, viven en otra galaxia.

1 comentario:

  1. No, JJJ Suárez. El PSOE no vive en otra galaxia. sigue morando en la misma de toda la vida: la de ostentar el poder político a cualquier precio, porque en ello le va el bienestar de muchos de sus militantes.
    Es en la misma galaxia en la que habita Pedro Sánchez, quien, habiendo batido todos los registros negativos de su partido hace 50 días, se empeña en pactar con quien sea para salvar su pellejo político y para llegar al próximo congreso federal de su formación con un cheque al portador para colocar a 2.000 o 3.000 cargos de su partido. O bastantes menos, si Podemos sigue empeñado en quedarse con un buen número de carteras ministeriales.

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