lunes, 8 de febrero de 2016

LA IMPORTANCIA DE LA PLANIFICACIÓN ECONÓMICA

No todo el mundo conoce que la Constitución española, al contrario que otras constituciones occidentales, contempla y concede gran importancia a la planificación económica. Pero, el artículo 131, como otros donde se recoge el derecho al trabajo o a una vivienda digna, nunca se ha tomado en serio por nuestros gobernantes. Así nos va.
Cojamos una máquina del tiempo y viajemos a la España tercermundista de principios de los años 60, un país de desarrapados que tenían que emigran para poder comer, desindustrializado y al borde de la quiebra. Aquella nación estaba gobernada por militares y falangistas camisas viejas con muy pocos o nulos conocimientos de economía. Tenían otras preocupaciones, para ellos más importantes, que hacer de España un país moderno y avanzado. Cosas que ahora nos provocan hasta risa entonces eran normales: a Caperucita roja se la llamaba encarnada y a una serie norteamericana de muñecos animados que salía en aquella televisión en blanco y negro, que tenía el título de El capitán rojo, se le puso El capitán escarlata. En eso perdía el tiempo aquel régimen.
Cuando la situación de España llegó al límite, el general Franco pidió a su buen amigo, el almirante Carrero Blanco (que mas tarde sería asesinado por ETA), que buscara una solución al desastre. Mire usted por donde, había un catalán, abogado, jurista y catedrático, que había empezado a hacer carrera política protegido por el propio Carrero Blanco y que ya había hecho una profunda reforma de la Administración Pública, se llamaba Laureano López Rodó y, además de que sí estaba preparado, tenía la inteligencia que les faltaba a los capitostes del régimen.
En el año 1.962 López Rodó se hizo cargo de la Comisaría del Plan de Desarrollo, que en 1.965 se elevaría a ministerio. Desde este ministerio, López Rodó abanderó tres Planes de Desarrollo que, junto con el impulso que dio  Manuel Fraga al turismo, sacarían a España de la Edad Media y la pondrían entre las naciones desarrolladas de Occidente. La mayor parte de las empresas importantes que hay en nuestro país se crearon en aquella época. Los Planes de Desarrollo eran, en muchos aspectos, una copia de los Planes Quinquenales soviéticos, incluso se dio un gran protagonismo al INI (Instituto Nacional de Industria) un conglomerado estatal que sería el mayor grupo empresarial de España durante mucho tiempo. ¿Era Laureano López Rodó un “peligroso comunista”? no, era muy de derechas y miembro del Opus Dei, pero tenía algo más que dos dedos de frente.
De regreso a nuestro tiempo muchas cosas han cambiado para mejor en España, pero en otras nos seguimos equivocando, porque en muchos aspectos continuamos siendo unos fanáticos mediatizados excesivamente por la ideología.
Si el gran error de la teoría y de la praxis económica marxista es menospreciar la importancia de la libre competencia (que mal se comería en el restaurante de Pepe si solo hubiera ese) el de la economía capitalista es soslayar la importancia de la planificación económica.

El mundo está asistiendo a un grave problema, no solo económico, que tiene su raíz en la sobreproducción industrial y de materias primas, por la total falta de planificación, que se ha agravado con la globalización económica. El derroche de recursos ya no es sostenible ni para el Planeta ni para los Estados ni para los Pueblos. Tenemos un problema sistémico que, por encima de doctrinas erróneas, hay que corregir de inmediato para salir adelante.

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