viernes, 1 de agosto de 2014

EL GENOCIDIO DE GAZA

Continúa la brutal ofensiva del ejército de Israel (el quinto mas poderoso del mundo) contra la población civil palestina, totalmente indefensa, en la Franja de Gaza, ante la inacción del Consejo de Seguridad de la ONU y la pasividad, cuando no colaboración con los asesinos, de los EE UU y la UE. Los crímenes que los sionistas están perpetrando son de tal calibre que una gran parte de la opinión pública, que incluso simpatizaba con Israel, ya empieza a clamar en la calle y en los foros sociales contra la enésima actuación de los bárbaros judíos.
Las coartadas que esgrimió el Gobierno de Netanyahu para iniciar la operación “Margen protector” ya no se las cree nadie. La verdad es que a Israel no le gustó nada el acuerdo de la OLP y Hamás para formar un Gobierno de concentración, pero yo cada vez estoy mas convencido que la razón última de esta loca ofensiva no es otra que hacerse con una parte del territorio palestino de Gaza, fechoría que continuará en Cisjordania, exactamente lo mismo que los sionistas vienen haciendo en Palestina desde 1.947, a pesar de que en la Franja viven mas de 1.800.000 personas hacinadas. Recordemos que mucho antes de la creación de Hamás Israel ya había matado, directa o indirectamente, a decenas de miles de palestinos, incluidas las masacres de los campos de refugiados de Sabra y Chatila, perpetrada por las falanges libanesas que, durante tres días y tres noches violaron, torturaron y asesinaron a hombres, mujeres y niños, mientras el ejército de Israel, siendo ministro de defensa Ariel Sharón, ya tenía preparadas las bolsas de plástico unos días antes para los cadáveres. Este crimen mereció la calificación de acto de genocidio por la Asamblea General de la ONU, en su resolución 37/123.
Si no tienen disculpa ni perdón posibles los bombardeos israelíes, desde tierra, mar y aire, de los civiles de Gaza, donde no se libran ni hospitales ni escuelas custodiadas por la ONU, que ya han provocado 1.500 muertos y decenas de miles de heridos, aún causa mayor irritación la inacción de los pusilánimes y las declaraciones hipócritas, cual lágrimas de cocodrilo, de algunas cancillerías de la UE. Otras ni siquiera eso.
La hidalguía española, por ejemplo, hace agua por todas partes en política internacional, por eso las palabras de nuestro ministro de exteriores, García-Margallo, escandalizado por la masacre de palestinos, no son mas que un brindis al Sol que no tiene utilidad alguna. Llame nuestro Gobierno a nuestro embajador en Israel a consultas y amenace con la ruptura de relaciones diplomáticas y con hacer público todo lo que saben nuestros servicios secretos sobre la implicación de Israel en el golpe de Estado contra el presidente Adolfo Suárez, si queremos ser serios.
El Ghetto de Gaza cada vez se parece mas al Ghetto de Varsovia, pero ahora las víctimas se han metamorfoseado en verdugos, los inocentes judíos se han convertido en criminales nazis que vuelven a utilizar la “solución final” y a buscar el “espacio vital”.

Otra vez se ha alimentado un monstruo.

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