domingo, 10 de agosto de 2014

LA REFORMA ELECTORAL DE RAJOY

En mayo de 2.015, es decir, dentro de 9 meses, habrá elecciones autonómicas y municipales en España, son las elecciones mas importantes, porque de ellas saldrán los Gobiernos locales y de la mayor parte de las CC AA, donde se toman el grueso de decisiones que afectan a la vida diaria de los ciudadanos. Pero, si bien estas elecciones son vitales para todos, lo son mucho mas para miles de cuadros de los partidos políticos, esos que pone en la picota Daniel Montero Bejerano en su magnífico libro de denuncia “La Casta”, un adjetivo del que inteligentemente se ha apropiado Podemos. Y lo son porque de los resultados que salgan de las urnas depende el modus vivendi de mucha gente, que no ha hecho otra cosa en su vida que vivir de la política. También son importantes para toda la pléyade de “allegados”, bien los “enchufados” afines o esos que financian ilegalmente a los partidos políticos y ofrecen buenas “mordidas” a conspicuos de esas organizaciones a cambio de suculentos contratos donde, naturalmente, se incluyen las comisiones que luego pagamos entre todos.
Hasta hace muy poco tiempo en España, como en otros países de Europa, había funcionado el paripé del bipartidismo, aquí entre PP y PSOE se lo guisaban y se lo comían. No solo pactaban, por ejemplo, qué jueces debían estar en el Tribunal Constitucional, tenían repartida toda la tarta. Pero, la crisis económica, el aumento del paro, sobre todo entre los jóvenes, los desahucios, y la bajada de salarios y deterioro de las condiciones laborales, etc, son un caldo de cultivo ideal para la rebelión, favorecida por la indignación que provoca que mientras la mayor parte de los españoles sufre en sus carnes los errores de los políticos, muchos de estos están metidos hasta el cuello en escándalos de corrupción. Las elecciones europeas pusieron patas arriba el tinglado, porque IU triplicó sus representantes en Estrasburgo y, sobre todo, porque Podemos, un movimiento salido de la nada hacía pocos meses, obtuvo millón y medio de sufragios y cinco escaños.
El PP, aunque ha hablado poco de ello, ha hecho un exhaustivo análisis de las elecciones europeas y ha realizado una proyección de sus resultados a las autonómicas y municipales, con un resultado desolador: aunque el PSOE sigue en caída libre, a pesar del nuevo secretario general sonrisa Profidén, el crecimiento de la izquierda en su conjunto supondría, en caso de pacto progresista, que los populares perderían el poder en cientos de ayuntamientos, algunos muy importantes, como el de Madrid y Valencia.
La actual Ley Electoral está vigente en España desde junio de 1.985, y ha funcionado sin problemas importantes, pero ya no sirve a los que sienten el miedo en el cogote. Hace unos meses Rajoy ya enseñó la patita adelantando, como globo sonda, que la Ley Electoral podría ser reformada para que fuera alcalde el candidato de la lista mas votada. La tibia contestación política y social ha permitido que la fechoría fragüe. Porque, no se trata solamente de la elección directa de alcaldes, la reforma incluiría que, de forma automática,  la lista mas votada tendría la mitad mas uno de los concejales, es decir, mayoría absoluta, porque de otra forma, obviamente, los ayuntamientos serían ingobernables. Para hacer una nueva Ley Electoral o reformar la existente hace falta una Ley Orgánica que necesita la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados, algo que, de momento, todavía tiene el PP. Pero, lo que se pretende, si bien no viola la letra de la Constitución es un ataque en toda regla a su espíritu, consustancial con un consenso que el PP quiere destruir, y a la verdadera democracia representativa.

El PP recoge todos los votos de la derecha, desde la mas extrema hasta parte del centro, pero no ocurre lo mismo en la izquierda, que está fragmentada en tres organizaciones importantes, PSOE, IU y Podemos. Solo una candidatura unitaria de progreso podría impedir que la apisonadora popular ganara las elecciones, a pesar de que va a perder millones de votos. Es algo muy difícil de lograr, porque las diferencias son muy importantes, pero no imposible, ahí tenemos el precedente de las elecciones municipales de 1.931.

No hay comentarios:

Publicar un comentario