sábado, 1 de diciembre de 2012

SE VUELVEN A RECORTAR LAS PENSIONES

A pesar de las promesas del presidente Rajoy, el Gobierno acaba de anunciar que la subida de las pensiones para el próximo año no estará determinada por el incremento del IPC, como estaba establecido por ley, sino por debajo, en concreto las pensiones de menos de 1.000 euros crecerán un 2% y el resto un 1%, mientras el indice interanual de los precios de consumo se ha cerrado en noviembre (es el que se usa como referencia) en un 2,9%.

El Gobierno del Partido Popular, como antes hizo el del PSOE que presidía Zapatero, vuelve a atacar el poder adquisitivo de los que menos tienen, que son, además, en muchos casos, los que, con grandes sacrificios, están evitando que hijos y nietos caigan en la indigencia. Resultan curiosas, por otra parte, las críticas de los socialistas al nuevo recorte del Gobierno, porque no han hecho examen de conciencia (han sido pocos los que han salido en las redes sociales pidiendo perdón) y conviene recordar que Zapatero no es que subiera las pensiones por debajo del incremento del IPC, simple y llanamente las congeló.

Otro dato muy preocupante es que otra vez se vuelve a coger dinero de los Fondos de la Seguridad Social. Para pagar la extra de julio, ya se habían retirado 4.400 millones de euros del Fondo de Prevención y Rehabilitación, quedando este casi vacío, pues en el había 4.646 millones de euros. Ahora se sustraerán al Fondo de Reserva de la Seguridad Social otros 4.000 millones de euros para la paga extra de Navidad y se elimina el tope del 3% para sucesivas retiradas, que las habrá. A pesar de que los voceros del Ejecutivo no se cansan de decir que debemos estar tranquilos y que el cobro de las pensiones futuras está asegurado, los ciudadanos están empezando, no sin razón, a tener serias dudas.

Tampoco es baladí, que los pensionistas no recibirán la paga que compensaba el desvío de la inflación y que, aunque no era de gran cuantía, en muchos hogares era vital para algunos gastos extras de Navidad.

Tanto la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como la ministra de Empleo y Seguridad Social (este ministerio debería cambiarse el nombre) Fátima Báñez, han comparecido ante los medios de información, compungidas, diciendo que no han tenido mas remedio que tocar el poder adquisitivo de las pensiones. Yo estoy convencido que tanto al Gobierno socialista que presidía Zapatero como al popular que preside Rajoy es cierto que no les hacía ni les hace ninguna gracia maltratar a los jubilados, pero, desde su visión de las cosas y su filosofía política no tienen otra alternativa. Esa es la raíz del problema.

Ya se ha establecido en Europa que cualquier Gobierno que se precie tiene que apretar las tuercas a la ciudadanía, cuanto mas mejor (nos lo ha vuelto a recordar la OCDE) y esta nueva moda, si la gente no lo impide, va a continuar hasta no se sabe cuando. También se está utilizando mucho la táctica del policía bueno y el policía malo, las empresas amenazan con cierres o despidos masivos y luego, cuando bajan un 7% el salario a sus trabajadores, estos casi les dan las gracias.

Pero, los cambios de status económico que están sufriendo amplias capas de la población va a producir grandes cambios sociales. La rápida proletarización de la pequeña burguesía y la pérdida de confianza de la clase media en el sistema va a dar lugar a alianzas que muy pocas veces se han dado en la Historia, pero cuando se han producido el poder salió mal parado. Los pensionistas que, después de muchos años de trabajo sacrificado, pensaban vivir de una modesta pensión sin mayores sobresaltos también se sumarán a esa nueva mayoría social que se está formando, que empezará muy pronto a ser una bomba de relojería para la nueva tiranía.



 

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