miércoles, 12 de diciembre de 2012

EL ESCÁNDALO DE LAS CAJAS DE AHORROS

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha anunciado que el plan de reestructuración y saneamiento de este ente surgido de la fusión de varias Cajas de Ahorro, y que fue nacionalizado, incluirá el cierre de cientos de oficinas y el despido de 5.000 trabajadores. Lo mismo sucederá en todo el sector bancario público.

Nos han hecho creer que la banca, en general, es la gran culpable de muchos de nuestros males, pero no es totalmente cierto. El sector privado español, con Santander y BBVA a la cabeza, no han sido muy afectado por la crisis hipotecaria o, mejor dicho, en muchísima menos medida que las Cajas de Ahorros. En las Cajas es donde España tiene el principal problema, pues soportan un pasivo estratosférico y tienen un nivel de impagados que da miedo. Los sucesivos rescates que nuestro país está recibiendo de la UE, y recibirá de ésta y del Fondo Monetario Internacional, no son para amortizar nuestra Deuda pública, cuyos intereses ya absorben una gran parte de los Presupuestos, sino para inyectar dinero en las Cajas que se han fusionado, tapar su gigantesco agujero y luego, como ya ha exigido la derechista Comisión Europea, privatizarlas. Es decir, los ciudadanos españoles no solo habremos perdido nuestra banca pública, también pagaremos, con sangre, sudor y lágrimas, las deudas de unas entidades cuya gestión, en última instancia, estaba en manos de los políticos.

Mientras el ex-gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, nos daba consejos y decía que había que castigar mas a los trabajadores, no hacía la labor de supervisión por la que se le pagaba, muy bien, por cierto. Ayuntamientos, CC AA, todos utilizaron las Cajas de Ahorros para procurarse recursos mientras éstas entraban en una loca espiral que solo podía conducir al desastre, porque los criterios para la concesión de los créditos estaban fuera del sentido común y de la ortodoxia que exige la prudencia.

Pero, lo que mas irrita es que de todos los responsables de la fiesta en que se convirtió el tinglado financiero-inmobiliario ni uno solo ha ido a parar con sus huesos a la cárcel, al contrario, la mayoría se han retirado con indemnizaciones que son una bofetada mas en el rostro de la gente que tan mal lo está pasando. Ha cambiado el Gobierno del país y de muchas comunidades autónomas, pero nadie ha pedido responsabilidades, en ningún parlamento. Es lógico, porque en los consejos de administración de las Cajas de Ahorros se sentaban representantes de casi todos los partidos e incluso de los sindicatos que, mientras se cargaban un sector estratégico tan importante para España, recibían suculentos salarios y dietas. Proliferaban los "pelotazos", los tratos de favor a algunos constructores, la financiación ilegal de los partidos, en fin, lo que todos sabemos.

Dentro de poco, estos sinvergüenzas también nos van a deleitar, es un decir, con otra de sus ocurrencias, la creación de lo que se ha dado en llamar "banco malo", se trata de concentrar en él los pasivos, los créditos incobrables y los cientos de miles de viviendas invendibles y liberar de esas cargas a los entes que serán privatizados. El "banco malo", por supuesto, continuará siendo público y todos los españoles pagaremos con nuestros impuestos y nuestros sacrificios ese agujero negro financiero.

Como cantaría Raphael, convirtiendo la esdrújula en llana, esto en un monumental escandalo. Una buena banda sonora para poner de fondo a un programa de radio o televisión que se atreviera a dejarlos a todos con el culo al aire.



 

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