sábado, 6 de febrero de 2010

¿ADELANTO ELECTORAL?


Ya hay gente que empieza a barajar la conveniencia de un adelanto electoral, pero la posibilidad de que esto suceda, como saben, depende en última instancia del presidente del Gobierno. Algunos poderosos agentes económicos, nacionales e internacionales, ante la desastrosa gestión socialista, creen que un cambio de Gobierno es necesario. Zapatero ha conseguido, con su falta de firmeza y su ambigüedad, que la falta de confianza y el desasosiego se extiendan como un reguero de pólvora. Una cosa es el Principio de Incertidumbre que Heisemberg asoció a las partículas, dentro de la Mecánica Cuántica, y otra muy distinta la incertidumbre por principio, nueva teoría política apadrinada por Zapatero y que tiene en zozobra a los españoles desde hace ya muchos meses. En contra de lo que muchos piensan, el PP no está interesado en un adelanto electoral, uno, porque, sin hacer ni proponer nada, piensa ver pasar el "cadáver de su enemigo", otro, porque las fuertes presiones que el PSOE y el Gobierno están recibiendo del capital le pueden obligar a tomar medidas impopulares, muy dolorosas para los trabajadores, como la elevación de la edad de jubilación o el abaratamiento del despido. ¿Alguien, en su sano juicio, puede pensar que el PP podría tomar medidas así sin que los sindicatos se echaran a la calle y convocaran una huelga general?. Es decir, para algunos, incluidos los que ya se postulan como alternativa, que el PSOE se mantenga todavía un tiempo en el poder, es un mal necesario. No opinan lo mismo muchos ciudadanos, comprendidos trabajadores y empresarios.
Los continuos bandazos del discurso político y la total falta de un programa económico contra la crisis y el paro que asolan España, están hundiendo, cada vez mas, nuestras economías, la de las familias, la de las empresas y, por ende, la del país. Pero los ciudadanos no solamente tienen que soportar el abandono a su suerte del Gobierno, también otras fechorías. La última, la privatización de una buena parte de AENA. Ya habíamos manifestado, cuando el ministro José Blanco arremetió contra los controladores aéreos, que tras el discurso, estilo cruzada, contra los astronómicos sueldos de los controladores, se ocultaba una intención inconfesable del Gobierno socialista. Bien, ya nos han anunciado, tras el eufemismo de la liberalización del control aéreo, que este sector estratégico del Estado va a pasar a manos privadas, incluida la gestión de las torres de control de los aeropuertos. La desfachatez y la forma en que toma el pelo la pseudoizquierda a los españoles está alcanzando cotas difícilmente superables.
Nadie puede aventurar lo que puede pasar en los próximos meses, pero la gente está muy cerca del límite de la paciencia y la mesura. Hay algunos factores nuevos y emergentes que pueden dar al traste con la estrategia que el bipartidismo y las fuerzas que le apoyan han diseñado para nosotros. Se han producido cambios significativos en las direcciones de IU y de CC OO, al asumir otra vez el PCE el mando. La amenaza de CC OO de convocar movilizaciones, que obligatoriamente ha tenido que asumir UGT, ha frenado, de momento, el "aceite de ricino" que el Gobierno quería hacer tomar a los trabajadores. Pero si la izquierda parece que resucita, también lo hace UPyD, el partido de Rosa Díez, que sube como la espuma. A pesar de que la banca (hace poco le perdonaron al PSOE 33 millones de euros) y los medios de comunicación afines van a seguir apostando por el bipartidismo, no se puede descartar que, sobre todo si la situación económica de España continúa deteriorándose y no se convocan pronto Elecciones Generales, el mapa político experimente cambios sustanciales a medio plazo. Quien sabe si los que ahora parecen enemigos irreconciliables en el futuro incluso pueden llegar a gobernar juntos ante el acoso de los "emergentes". Con los sillones y los cargos que tanto trabajo ha costado conseguir no vamos a jugar los españolitos de a pie.

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