Solo los poco objetivos podrán
negar que EE UU ha hecho todo lo posible por llevar a Rusia a la Guerra en
Ucrania, una guerra donde de forma asimétrica EE UU y sus aliados de la OTAN
están participando. Tras la demonización de Rusia y su presidente, las
consecuencias de esa guerra no declarada y de las sanciones a Rusia son
palpables, y los sacrificios que, cada vez más, se exigen a los ciudadanos
también. En la cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid, EE UU levantó un
nuevo Telón de Acero, pero ese muro de la vergüenza no iba esta vez a dividir solo
a Europa, tendría que dividir el mundo entero. Objetivo principal: acabar con
la globalización. Tras el corte de todo tipo de lazos económicos con Rusia
ahora le tocaba la vez a China, un hueso más duro de roer y que puede exigir
muchos más sacrificios, porque China se ha convertido en la fábrica del mundo,
pero ¿qué importa eso si no queda otra para seguir mandando? No hay un Mar
Negro en China, pero hay un Mar de China, un estrecho de Taiwán y una provincia
rebelde, que ni los propios EE UU han reconocido, hasta ahora, como país para
usar de campos de actuación de las provocaciones. Se trata de buscar una
reacción fuerte del Gigante Amarillo para demonizarlo y a continuación, bajo
esa coartada, aplicarle también sanciones. Los medios de comunicación al
servicio, directa o indirectamente, del Imperio, tras Rusia, ya están tomando
posiciones en su propaganda contra China, importando un pimiento si ese país
tiene razón, o no. “Tenemos que estar con las democracias, no con las
autocracias” ¿De verdad quieren que les cuente con qué democracias han estado
EE UU y sus aliados en los últimos 70 años, empezando por la España franquista? Son esas democracias las que hace dos telediarios han dejado Afganistán en manos de los talibán.
El mundo ha cambiado y los que
estuvieron mucho tiempo subyugando pueblos y países ahora ya no tienen la
suficiente fuerza pasa seguir haciéndolo. Se resistirán como gato panza arriba
a su declive, a su ocaso, pero, es lo que hay. Esperemos que, en su
desesperación, no provoquen daños irreversibles a la Humanidad. Un proverbio
chino dice: “Cuando el viento sopla fuerte la caña de bambú se dobla”, pero,
otro sentencia: “No se debe confundir a un tigre con un gato”.
Estan buenos en EE UU para ser hegemonicos en nada..que cuiden su inflaccion y su consumo interno..mire,China no es nada sin sus exportaciones y en lo unico que no podemos competir es en trabajadores que cobran un cuenco de arroz diario por salario y viven en barracones,,menudo modelo de pais que tiene ud...me pregunto si se iluminará con velas a partir de las 10 de la noche o cenara a oscuras..tengo dudas de hasta donde llega su fanatismo
ResponderEliminarHan venido a España de turistas 100 veces más chinos, de esos muertos de hambre, que españoles, sobraos, han podido ir de vacaciones a China. China erradicó por completo la pobreza extrema en el país el año pasado, estamos hablando de un Estado con 1.400 millones de habitantes, pero España no ha podido hacerlo en un país de solo 47 millones.
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