Otra vez los mismos que volaron
su propio acorazado, el “Maine”, en la Bahía de la Habana y mataron a 263 de
sus marinos para declarar la guerra a España y arrebatarle Cuba, Puerto Rico,
Filipinas y Guam, otra vez los mismos que fabricaron el pretexto del Golfo de
Tonkín para intervenir en Indochina, otra vez ellos y sus aliados imperialistas
británicos y franceses mienten sobre lo que sucede en Siria, como llevan
mintiendo desde que empezó aquel conflicto armado. Los que crearon Al Qaeda,
los que armaron y financiaron a los asesinos del Frente Al Nusra, que rebanaban
pescuezos a sus propios compatriotas, y luego (general de los EE UU, David
Petraeus, y príncipe heredero saudí, Mohamaad bin Salman) cambiaron el nombre a
esa organización terrorista para hacerla más presentable, ante la evidencia de
que han perdido la guerra en Siria y que su intención de derrocar al presidente
Al Assad ha fracasado, han vuelto a acusar al régimen de Damasco, sin más
prueba que las imágenes y las declaraciones de los terroristas, tan aficionados
a las patrañas y a los montajes cinematográficos, de perpetrar ataques químicos
¿por qué iba a utilizar armas químicas el régimen sirio en Guta Oriental cuando
el 96% de ese territorio ya ha caído en sus manos y, de acuerdo con la oferta
de Al Assad de respetar sus vidas si se rendían, se está procediendo a la
evacuación de los terroristas y sus familias en autobuses protegidos por el
Ejército Árabe Sirio?
Las potencias occidentales han
forzado una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para utilizar ese
organismo como púlpito para difundir sus mentiras, pues tienen asegurado el
veto, tanto de Rusia como de China, contra cualquier resolución para intervenir
militarmente en Siria sin el permiso del legítimo y soberano Gobierno de ese
país. Llama la atención que esas mismas potencias no han pedido que se reúna
ese mismo organismo para tratar el enésimo ataque de Israel contra Siria, sin
que, como en los anteriores, mediara provocación alguna, ni que lo pidieran en
su día, cuando Sadam Hussein roció con armas químicas a miles de kurdos. Los argumentos
del representante ruso en el Consejo de Seguridad han sido demoledores: “no
hemos detectado ningún agente químico en el ataque que se denuncia y a los
hospitales controlados por nuestras fuerzas y por el Gobierno sirio, que son la
mayoría en la zona, no ha llegado ningún herido de armas químicas, pero pueden
desplazarse ustedes mañana mismo allí para investigar, gozarán de la protección
del EAS y de las fuerzas rusas para que puedan trabajar sin ningún problema”.
El representante ruso acuso directamente a Washington, Londres y París (no
casualmente el presidente Macron se había reunido unas horas antes en el Elíseo
con el príncipe heredero saudí bin Salman, el que muchos analistas califican
como “el hombre más peligroso del mundo” y responsable directo del drama
humanitario en Yemen, país al que los saudíes, además de bombardearlo, tienen
sometido a un bloqueo por tierra, mar y aire) de tener preparada una
intervención en Siria para salvar el trasero a los terroristas y para acabar
con su legítimo Gobierno y fue todavía más lejos al acusar directamente a los
EE UU de tener preparado el ataque con misiles “Tomahawh” antes de que se
produjera el anterior ataque químico del que también se acusó al Gobierno de
Damasco ¿cómo es posible, espetó Vasili Nebenzia, que 48 horas antes de que se
produjera el ataque químico detectáramos que un destructor USA que se encontraba
en las inmediaciones de Cerdeña se dirigiera a toda máquina hacia aguas
próximas a Siria desde donde lanzaría sus misiles? ¿son ustedes adivinos? El
representante ruso ante la ONU también dijo que el Kremlin, además del Gobierno
sirio, a la vista de los arsenales y laboratorios tomados a los terroristas, llevan
meses avisando de la posibilidad de un ataque químico yihadista.
Francia está azuzando otra vez a
la OTAN, como hizo en Libia, para intervenir en Siria y Reino Unido no se
resigna a perder influencia en Oriente Próximo y al fracaso de todas las
operaciones que el Mi6 (Servicio de Inteligencia Británico en el exterior) ha
realizado en aquel país. Pero ¡cuidado! que allí hay soldados rusos y aunque
los imperialistas y sionistas han tenido la precaución de avisar siempre a Rusia
antes de sus ataques, un fallo en la comunicación o un error fatal podría tener
consecuencias gravísimas, pues si Rusia se viera forzada a la guerra no tendría
más remedio que utilizar su arsenal nuclear para defenderse, arsenal que es
temible.
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