domingo, 17 de septiembre de 2017

Y ENTONCES DESCUBRIMOS EL ESTADO

No todo es malo cuando vivimos una situación traumática, a veces eso sirve para ver cuales son nuestros verdaderos amigos o para descubrir la verdadera condición de la gente. Todo lo que está pasando alrededor del problema catalán también nos deja enseñanzas y beneficios útiles que nos pueden ser de provecho en el futuro. Cuando la crisis económica mas se cebaba con cientos de miles de hogares en España muchos fueron los que descubrieron el verdadero valor de la familia, ese ente o grupo social que había sido tan injustamente denostado por los que, como en el mundo de Alicia, nos contaban que en una sociedad justa todas las necesidades estarían cubiertas. Eso es muy bonito, pero solo pasa en los cuentos. La verdad es que sin la cubertura y el amparo familiar, no solo económicos, muchos españoles se habrían caído por las alcantarillas y habrían pasado directamente a la indigencia. Descubrimos entonces, anonadados, que la familia no era una institución caduca y retrógrada producto del patriarcado opresor y de la cultura cristiana, sino un instrumento muy útil para la educación y para la cobertura social. Descubrimos que defender a la familia es de izquierdas. Pues bien, en estos días, cuando peligra la unidad de España y cuando eso puede conllevar problemas de todo tipo, no solo de identidad existencial, también económicos, son muchos los que han descubierto la importancia del Estado, ese ente que los mismos que ahora buscan su amparo tanto se esmeraron en ningunear y minimizar. Como por encanto, liberales y derechistas de todos los pelajes apelan al Estado, “que el Estado actúe” nos dicen, cuando hace cuatro días nos decían “que el Estado no intervenga”. Ahora han descubierto la importancia de tener un Estado fuerte, un Estado con los medios suficientes para que la aplicación de la Ley no sea una quimera y para que ese instrumento del poder del pueblo salvaguarde la democracia, que eso es lo que significa esta palabra. ¡Padres ayudadme, que me han echado del piso y he perdido el trabajo! ¡Papá Estado sálvame, que se quieren cargar mi patria y la convivencia! La izquierda y la derecha estaban equivocadas.

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