domingo, 12 de octubre de 2014

ESPAÑA REGRESA A LA GUERRA DE IRAQ

Con la que está cayendo: el asunto catalán, el ébola, el escándalo Villa, etc, casi ha pasado desapercibida la decisión del Gobierno español de enviar 300 soldados a Iraq, precisamente cuando los fanáticos terroristas del Estado Islámico están a las puertas de Bagdad y ocupan una buena parte del país. El anuncio del ministro de Defensa, Pedro Morenés, no solo incluye el regreso de tropas de nuestro país al avispero iraquí, también el ofrecimiento a EE UU de las bases de Morón y Rota para operaciones contra los yihadistas, incluyendo la posible ampliación de las instalaciones.
El asunto es grave, porque no se ha dado ningún tipo de explicaciones a los españoles y porque se ha hurtado al Parlamento un debate sobre los riesgos que esto implica. Conviene recordar que fueron los países de la “foto de las Azores” los que sufrieron los atentados mas sangrientos a raíz de la invasión de Irak y también que ciudadanos de los países que están bombardeando la zona son objetos de las criminales venganzas del EI. No se ha dicho a los españoles de dónde ha salido ese ejército fanático y quién lo ha estado armando y financiando, hasta hace cuatro días, para intentar acabar con el régimen de Bashar al Assad.
Tampoco nos puede ser indiferente que tanto José Luis Rodríguez Zapatero, como ahora Rajoy, están ampliando en gran medida la presencia de tropas e instalaciones norteamericanas en España. El despliegue de varios componentes del Escudo Antimisiles (incluidos 4 destructores norteamericanos con el sistema Aegis) en Rota, donde la presencia USA ya era numerosa, y lo que ahora se nos anuncia, va en contra del referéndum sobre la OTAN, donde una de las condiciones para su aprobación era la reducción de tropas extranjeras en nuestro suelo. La no integración en la estructura militar de la Alianza y la no autorización para la introducción de armas nucleares en España, que eran las otras condiciones, tampoco se han cumplido.
El peligro para los soldados españoles va a ser grande, pero también, a partir de ahora, para todos nosotros. ¿Quiere eso decir que no hay que hacer nada para acabar con el EI?, por supuesto que no, pero hay que saber para qué se asumen esos riesgos, cuál es el objetivo final y cuál es nuestra política internacional, que no puede ser simplemente la de perrillos falderos de los EE UU.

En estos momentos, las FF AA españolas están centradas en las misiones en el exterior, eso incluye una gran parte de sus soldados y toda la planificación de la política de dotación y materiales. Se ha llegado a un punto en que nuestras FFAA hacen de todo menos cumplir con el mandato constitucional: “garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”, con un despliegue de la Fuerza y un Plan Estratégico al servicio de intereses foráneos.

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