viernes, 16 de abril de 2010

SEMANA DE DESVARÍOS


Este país es singular, ¿cuales son los temas que tienen centrada la atención mediática, al menos televisiva, y, por ende, de una gran parte de la ciudadanía?, pues, ordénelos usted, quién va a ganar la liga de fútbol, si va a ir, o no, la Pantoja a la cárcel, o si se divorcia Belén Esteban. Patético. Ante estos "asuntos de Estado", la crisis económica, la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, las desventuras del juez Garzón y los casos de corrupción política, pasan a un segundo plano. A una gran parte de la gente se le da circo para mantenerles entretenidos y a los demás, los mismos que la han liado buena nos ofrecen recetas y dan consejos ridículos que solo engañan a los cándidos.Tampoco es una buena costumbre dejar que los problemas se pudran con la ingenua esperanza de que el tiempo los solucione, al contrario, cuando revientan las consecuencias suelen ser mas graves.
Después del fracaso (¿alguien podía esperar otra cosa?) de las conversaciones en el Palacio de Zurbano, y de aplazar la toma de decisiones y medidas que son necesarias para intentar atajar la crisis, la única ocurrencia del Gobierno, a la que, como no podía ser de otra forma, se ha sumado la CEOE, es el abaratamiento del despido, verdadera cara de la "reforma laboral" que entienden los empresarios y la pseudoizquierda.
Díaz Ferrán y los socialistas quieren que las relaciones laborales en España sean similares a las del resto de Europa para poder ser competitivos. Cualquier asalariado diría: ¡donde hay que firmar eso para hacerlo ya mismo!. 35 horas semanales, como en Francia, o Salario Mínimo Interprofesional de 1.610 euros, como en Luxemburgo, 1.462, como en Holanda, 1.357 como en Bélgica, o 1.321, como en Francia. Vamos, hasta los trabajadores se conformarían con un SMI de 1.149 euros, como en Gran Bretaña. También se debería prohibir, por ley, como ocurre en Portugal, trabajar mas de ocho horas diarias. Pero, claro, de estas cosas no quieren oír hablar ni los falsos progresistas, ni los empresarios, para eso no somos Europa.
Unos y otros siguen con la equivocada idea de cuadrar resultados a costa de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Ya hemos dicho que, ante el nuevo repunte de la inflación, eso provocará un segundo embate de la crisis, al agudizarse la caída de la demanda, y, ojo, esta vez no podremos recurrir a "Papá Estado" para que nos salve el trasero.
El Tribunal Constitucional ha tenido tiempo mas que suficiente para analizar los artículos del Estatuto de Autonomía de Cataluña y ver si se ajustan al mandato de la Carta Magna y no son presentables las nuevas dilaciones. Términos como nación o que no se diga que esa comunidad autónoma forma parte indisoluble del Estado español son, tanto en el espíritu como en la letra, claramente anticonstitucionales. Pero respetemos al poder judicial que no debe ser presionado.
No son admisibles algunos gestos de apoyo al juez Baltasar Garzón que hemos visto estos días. Usted y yo, faltaría mas, podemos tener nuestra opinión y manifestarla. Nosotros ya nos pronunciamos, sin medias tintas, a favor de Garzón, aún admitiendo que pudo cometer algunos errores. Pero que organizaciones sindicales y algún Secretario de Estado organicen actos que son una clara intromisión en la independencia de los jueces y de las instituciones judiciales no son de recibo. También nos ha llamado la atención que algunas personas pongan en cuestión el dinero que el BBVA ha facilitado para que el juez haga cursos en el extranjero y, sin embargo, no digan nada de los millones de euros que el mismo banco ha perdonado a los partidos políticos. Seamos justos y usemos la misma vara de medir.
El asunto de la corrupción, también lo tenemos que repetir, se soluciona con un cambio en el Código Penal que castigue mucho mas severamente este tipo de conductas. Que se dejen de dialécticas interesadas o para la galería.
Continuarán los desvaríos.

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