miércoles, 28 de abril de 2010

AUMENTA LA PREOCUPACION


Con el adelanto de la Encuesta de Población Activa, que eleva la cifra del paro en España a mas de 4.600.000 personas, la caída de la bolsa, que pierde en una sola jornada un 4,19% y la recalificación de nuestra deuda pública, cada vez mas difícil de colocar y que cotiza ya cerca del 5%, solo podemos calificar la situación económica de nuestro país de catastrófica. Algunas pinceladas pormenorizadas de este cuadro macroeconómico, que cada vez se parece mas a "El Grito" de Edvard Much, son que mas de un millón de familias tiene a todos sus miembros en paro, o que cada español debe mas de 18.000 euros de deuda pública, es decir, una familia de cuatro miembros debe ya mas de 12 millones de las antiguas pesetas, eso sin contar su deuda privada.
Estamos muy preocupados, casi tanto como lo estuvimos cuando el golpe de Estado que descabalgó al presidente Suárez del poder (ya saben que el "tejerazo" fue una opereta, nos referimos al de verdad). Pero la preocupación no solo se debe a la convicción de lo que nos espera en el plano económico, al empobrecimiento de España que asoma ya las orejas, también al peligro que se cierne sobre las estructuras mismas del Estado. Ya dijimos que estaban completamente equivocados los que pensaban que la crisis solo se circunscribía al mercado. Se trata de una crisis de sistema, de civilización, diríamos mas aún, es una crisis como especie. Ha sido la errónea concepción económica de la Historia la que la ha provocado. Tras la caída del comunismo el capitalismo cantó victoria, va a ser efímera. El mayor error del liberalismo ha sido embridar y someter a los Estados al punto de que han perdido la capacidad de reaccionar. Cuando estalló la crisis fue "Papá Estado" es que salvó el trasero al sistema financiero internacional, el que libró de la quiebra a los bancos, pero los Estados estaban tan debilitados que ese fue su último aliento. No es casual que la crisis no se haya cebado tanto con economías donde subsiste la planificación, como Rusia y China, por ejemplo, que cuentan en estos momentos con 400.000 millones de rublos y dos billones cuatrocientos mil millones de dólares en reservas, respectivamente, sin contar los metales preciosos bajo llave.
En España asistimos impasibles a la voladura del Estado. Las CC AA son "Reinos de Taifas" que mas que servir para descentralizar y acercar los servicios al ciudadano, se han convertido en máquinas de gastar, (bien por su propia culpa o al verse obligadas a aplicar leyes como la de Dependencia) en administraciones onerosas donde prolifera el despilfarro. Mas aún, algunas, amparadas en pretendidos derechos históricos, gozan de privilegios fiscales que no resistirían el menor análisis. Por si fuera poco, como estamos viendo estos días, atacan al Tribunal Constitucional y se pasan por la entrepierna la división de poderes para arrimar el ascua a su sardina. Son los mismos de la famosa "mordida" del 3% o los que te multan por rotular tu negocio en el idioma oficial del Estado.
Dentro de poco se empezarán a tomar algunas medidas desagradables de las que hace tiempo se viene hablando, ya saben, todas tienen la consecuencia de disminuir el poder adquisitivo de la gente y, como no puede ser de otra forma, hundir aún mas el consumo. Será el último gran error. Si el Estado no recupera el protagonismo no habrá salvación. El Gobierno Central, este o el que venga, tiene que reaparecer, pero, que nadie se equivoque, no para conversar, ni para consensuar, sino para impartir órdenes y poner a cada uno en su sitio.
El ministro Cháves y el presidente Zapatero nos han dicho que el paro ya ha tocado techo, lo mismo que cuando el Sr. Gorbacho nos dijo que nunca llegaríamos a los cuatro millones de parados. Son corazonadas, pero ya no está "el patio" para tonterías.

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