jueves, 15 de octubre de 2009

EL CLIENTELISMO Y LA PROPAGANDA

El fascismo y el estalinismo no nacen por generación espontánea y viven porque sí, tienen una base que los sustenta, motivada e instrumentalizada, y unos medios que los alimentan. Estos no son demonios del pasado siglo, sobreviven en la sociedad y, en cuanto nos descuidamos, se adueñan de todo. Estos días ya no se habla de la crisis, de los mas de cuatro millones de parados, del secuestro del Alakrana, de la guerra de Afganistán (la mayoría de los que clamaban "no a la guerra" se han esfumado), de la gravedad del cambio climático, etc. El PSOE que es un partido muy estalinista (ya saben lo que decía Guerra "el que se mueve no sale en la foto) está utilizando los casos de corrupción del PP para esconderse de los gravísimos problemas en que ha sumido a España. Es indignante que cuando la portavoz parlamentaria del principal partido de la oposición pregunta por el secuestro del atunero vasco la vicepresidenta responda diciendo que primero resuelvan sus problemas internos. Ese nepotismo de la pseudoizquierda se vuelve grave irresponsabilidad cuando, no solo se hace sangre con la corrupción, cierta, del PP, sino que, sin que el Fiscal General del Estado, los jueces y la policía investiguen la corrupción del partido del Gobierno, se pretende lapidar cualquier oposición para que no exista alternativa al desastre. La gente progresista y verdaderamente de izquierda debería estar alarmada con las cosas que estamos viendo. Enciendo la radio a las 8 horas y sintonizo RNE, y cual es mi sorpresa cuando escucho el locutor del informativo de esta cadena estatal, que pagamos todos los españoles y que tiene la obligación de ser independiente, manifestar opiniones y comentarios jocosos sobre los problemas del PP, en vez de limitarse a dar las noticias sobre los líos de Valencia y Génova. No es una excepción mediática, todos sabemos que tanto el PSOE como el PP tienen foros de opinión afines, pero que esto ocurra en un medio público, de manera tan grosera y reiterativa no se puede consentir. Pero hace no mucho todos hemos visto como se defenestraba a un periodista, Federico Jiménez Losantos, de la cadena de los obispos, la COPE. Les juro por mis muertos que no comparto nada de lo que dice Losantos y que aborrezco su estilo fascistoide, pero me gusta la libertad, incluso para que D. Federico pueda decir las burradas que dice y, quien sabe, si nos quedamos de brazos cruzados, mañana pueden hacer lo mismo con cualquiera de nosotros.
La peligrosidad de la pseuizquierda no debe minusvalorarse. Se está construyendo un tejido de intereses al margen de lo que necesita el conjunto de la sociedad. Los instrumentos financieros del Estado se ponen al servicio de los compañeros de tropelías. Lo que va a pasar con el carbón en Asturias es gravísimo. Los que han seguido apostando por la hulla, cuando la UE aportaba fondos para construir un tejido industrial alternativo, se van a encontrar con el fin de las subvenciones y miles de toneladas de carbón sin salida. No solo el chiringuito del virrey Villa nos va a salir por un ojo de la cara, lo que es peor, empecinándose en el error se cavará la tumba de las cuencas mineras. Los que viven del clientelismo son ciegos hasta que se les acaba el chollo, como los cientos de miles del PER en Andalucía y Extremadura, como los de la dependencia que patrocina la hijísima Noemí Martín (mientras los centros de día están vacíos y se quedan sin trabajo los profesionales de la atención a los dependientes), es entonces cuando, desconcertados, echarán las culpas de sus males a los que intenten enderezar la situación. Ya sabemos lo que pasa con la condición humana y como se puede hacer de la gente una marioneta que vote lo que queremos, pero a los intelectuales, a los que están en las claves y los secretos, a esos no los perdonaremos.
J. Jesús J. Suárez González

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