Sin duda alguna el factor
fundamental de lo que ha sucedido en Suecia son los problemas derivados de una
inmigración masiva, mayoritariamente musulmana radical, que ha convertido uno
de los países más ricos y seguros de Europa en un gigantesco problema social y de seguridad. La inmigración musulmana en Suecia es una de las más
fundamentalistas y radicales de todas las que han venido a Europa y entre ella
hay miles de personas que hace muy pocos años estaban en Siria combatiendo en
el Frente Al Nusra o el Estado Islámico contra Bashar al-Ássad. Por supuesto,
esa gente no ha ido a Suecia a trabajar, ha ido allí porque ese país era uno de
los que más ayudas sociales proporcionaba de Europa. Sin embargo, ese islamismo
radical no se ha conformado con las ayudas sociales y ha tomado el control del
mercado de la droga y de las mafias de la delincuencia, exactamente igual a
como lo ha hecho en Francia, y eso ha provocado el crecimiento exponencial de los
delitos de carácter grave. En España ese proceso aún no se ha dado porque el
islamismo radical es menor y porque la mayor parte del mercado de la droga está
en poder de los clanes gitanos, que, eso sí, ya han tenido más de un
enfrentamiento violento con los islamistas. Al mismo tiempo, el islamismo
radical ha tomado el control de barrios enteros donde ya rige la Sharía y donde
las leyes del Estado sueco son ya una quimera. Si, también exactamente igual
que en los barrios de las afueran de París y que en muchos otros lugares y
pueblos de Francia. En este caldo de cultivo que ha propiciado el buenismo
estúpido o la conspiración de la “sustitución social”, o ambas cosas, ha
crecido como la espuma la extrema derecha, como ha pasado también en otros
países de Europa, una extrema derecha muy inteligente que no solo utiliza en su
beneficio la indignación de los ciudadanos, tiene un componente social muchas veces mucho más beneficioso para
los trabajadores que los de la izquierda. Julio Anguita era muy consciente de
esto último y sabía que ese era, es, el talón de Aquiles de Vox, por eso cuando
le preguntaron que si Vox era un partido fascista Anguita contestó: "Vox, no es
un partido fascista, le falta el componente social, Vox es un partido ultraliberal
y ultracatólico”. Para darse cuenta de que Anguita tenía razón no hace falta
leer el programa político del partido de Abascal, solo hace falta ver en qué
grupo está integrado en Estrasburgo. La mayoría de los partidos de la ultraderecha
europea, sin embargo, tiene un carácter claramente fascista. Pues bien, el
partido Demócratas de Suecia, con nada menos que un 20,6% de los votos, se ha
erigido en el partido más votado del bloque de la derecha en Suecia. Resulta
encantador observar los ingentes esfuerzos de algunos medios en España para
calificar al SD como “populista de derecha”, “conservador”, etc, para no
reconocer que la ultraderecha ha dado un puñetazo encima de las urnas en Suecia
y el por qué. Sin duda en el resultado de estas elecciones también ha influido
el giro en la política exterior de Suecia y la pretensión de integrarse en la
OTAN. Muchos suecos no han tragado con las mentiras que les han contado y no
querían que su país renunciara a su tradicional neutralidad, así que, para
vengarse, han votado a la extrema derecha o simplemente se han quedado en casa.
Atentos, porque eso mismo puede pasar en otros países de Europa. Algunos
bromistas dicen que Zelenski es gafe y que todos los que le han dado la mano
irán cayendo. La verdad es que ya van tres primeros ministros. El domingo 25 de
este mes hay elecciones generales en Italia y el vértigo ya recorre Europa.
Algunos ya habíamos advertido que esto sucedería, pero, ya sabe usted que cuando
alguien está empeñado en suicidarse no puedes hacer nada.
Hombre..ud puede acusar al SD de euroesceptico,de estar en contra de la reagrupacion familiar para inmigrantes,de relacionar delincuencia e inmigracion..pero de ahi a acusarlos de extrema derecha,por cierto, concepto que aun ud no me ha explicado,salvo cuando argumenta que quien no es de izquierda ni de derecha es de extrema derecha,argumento un poco infantil,todo hay que decirlo..mire,pienso que el buenismo politico de la izquierda,las fronteras abiertas y el cafe y paguitas para todos, tienen los dias contados..la gente no es tonta y sabe que todo eso sale de los impuestos..que hay dinero para pagar a toda esa quincalla pero no para sanidad..esto no va de suicidios sr Suarez..va de ellos o nosotros
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