sábado, 30 de julio de 2022

LA INFLACIÓN Y LA CORBATA DE SÁNCHEZ

 


Ha bajado la inflación, de su cuello, al quitarse Sánchez la corbata, pero la inflación del IPC alcanzó en julio la cifra del 10,8%, la mayor desde hace cuarenta años. Sin embargo, el presidente del Gobierno sigue sin tomar ninguna medida eficaz para reducir una inflación que nos empobrece a todos, pero que para muchas familias españolas significa caer en la indigencia. La palabra de Sánchez ya sabemos todos que no vale nada, el presidente es capaz de decir hoy una cosa y mañana la contraria sin despeinarse y con total aplomo. Hace unos días sacaba pecho diciendo que en España no se iban a aplicar restricciones al gasto energético y que estábamos “sobraos” de gas, con nuestras regasificadoras y con nuestra capacidad de almacenaje, que incluso podíamos enviar más gas a Francia y al resto de socios europeos si les hacía falta. Pero, hete aquí que la Comisión Europea le ha puesto firmes y ahora donde dijo digo dice Diego, eso sí, vendiéndonos que solo la mitad de las restricciones, o sea, la puntita nada más ¿Cuela? Es encantador escuchar a Cristina Narbona, senadora, vicepresidenta primera del senado y presidenta del PSOE, que, junto a su cónyuge, Josep Borrell, acumulan un capital económico muy importante, decirnos que hay que ahorrar energía, que tenemos que subir la temperatura del aire acondicionado y bajar la de la calefacción y que hay que ahorrar en la ducha. Se ha metido a ecologista la socia de correrías contra Rusia de los pseudoecologistas alemanes, que ahora apoyan la vuelta al carbón para no comprar gas ruso.

Sánchez no había tomado ninguna medida contra la inflación, solo nos anunció el mes pasado, cuando la inflación ya era de dos dígitos, “medidas para paliar sus efectos”, como subir impuestos a los bancos y a la Eléctricas (ya veremos en qué queda eso) y poner los trenes de cercanías “gratis”. O sea, la lucha de Sánchez contra la inflación es aplicar medidas que generan más inflación. Pero, como la cosa se agrava, ahora se ha quitado la corbata ¿Quién lleva corbata en este país, salvo algunos empleados de El Corte Inglés o para acudir a algún evento? Casi nadie. El gesto, simbólico, por supuesto, es para que nos vayamos acostumbrando a lo que nos preparan: restricciones, sacrificios, un pacto de rentas, etc. Me dice radio macuto que entre las restricciones que nos anunciarán el próximo lunes que no se podrá bajar el aire acondicionado de 27 grados, de locos. Nuestros gobiernos, y casi todos los de la UE, llevan mucho tiempo tomando el pelo a los ciudadanos pero, cachis en diez, la inflación es el instrumento que el mercado utiliza para valorizar el dinero fiat mediante la pérdida de poder adquisitivo de la gente; un ejemplo: El Estado ha recaudado hasta junio 100.000 millones de euros más vía impuestos por la inflación, pero la inflación también afecta a la partida de gastos, que es mayor que la de los ingresos, solo en pensiones tendremos 17.000 millones de euros adicionales de gasto este año, más lo servido que lo comido. Así que la inflación va a continuar, aunque vuelvan a subir los tipos de interés, hasta que todo el exceso de masa monetaria que han introducido en el mercado se valorice, con los sacrificios de la gente.

Ya nos han dicho que “estamos en guerra”, una guerra que no ha aprobado ningún parlamento de la UE, y a continuación también nos han dicho que son mejores estos sacrificios, y más que vendrán, que tener que ir a combatir contra Rusia, esa es su coartada ¿Qué hará Sánchez cuando conozcamos la inflación de agosto, se desabrochará la camisa? La gente ya no traga; en Italia están ya en campaña electoral y los partidos que abogan por suprimir las sanciones a Rusia (alguno incluso salirse de la UE) suben en las encuestas, mientras que los que defienden lo contrario bajan. Los gobernantes se han ido a vivir a otra galaxia y han dicho a los ciudadanos, como María Antonieta, que si no tienen pan que coman bollos, craso error.

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