viernes, 2 de octubre de 2020

¿OTRO RESCATE A LA BANCA?

 


Como todos estamos viendo, la crisis sanitaria del coronavirus ha ido acompañada de una tremenda crisis económica, la mayor que se recuerda desde la que siguió al Crack del 29. En esta crisis, en la que aún estamos inmersos y sobre la que es muy aventurado hacer previsiones, el protagonismo de los Estados y de las organizaciones supraestatales, como la UE, se ha hecho evidente, todo hubiera sido mucho peor sin la protección de papá Estado o del Banco Central Europeo. Los británicos no contaron en que tras el Brexit llegaría el Covid-19 y fuera de la UE llueve mucho y hace mucho frío. No es lo mismo que el BCE o la Reserva Federal impriman ingentes cantidades de dinero de mentira a que lo haga el Banco de Inglaterra, y para lidiar con las consecuencias económicas del bicho los paraísos fiscales que los ingleses tienen por todas partes no les van a servir de mucho. Eso sí, robar más de 2.000 millones de dólares en oro a Venezuela ayuda. Pues bien, son los Estados los que están poniendo el paraguas para que ciudadanos y empresas no cojan una mojadura y una pulmonía, solo un resfriado, repartiendo dinero fiat como si fueran caramelos. Los ERTEs son solo un poco de agua en la inmensidad de las ayudas, ayudas que se están llevando principalmente las empresas. Por poner solo un ejemplo, la cantidad de euros que se han llevado las aerolíneas europeas es de infarto. Es el nuevo capitalismo marxista del que ya hablamos en otras entregas. Pero, hay alguien que se va a llevar el grueso de la tarta, una tarta que finalmente (espero que nadie tenga la menor duda) acabaremos pagando los ciudadanos, ese alguien son los bancos. El índice STOXX 600 es un índice bursátil compuesto por las 600 principales compañías por capitalización bursátil europea, entre esas compañías están los principales bancos de Europa; recientemente ese índice cayó hasta mínimos de 1988, pero no tanto por la crisis económica que vivimos como por la publicación de una investigación sobre presuntas transacciones sospechosas a cargo de bancos como el HSBC, Deutsche Bank, Standard Chartered o JP Morgan, entre otros. Esas investigaciones sacaron a la luz que esos bancos se habrían enriquecido con oscuras operaciones de financiación de terroristas y con el blanqueo de dinero de creptócratas y grandes narcotraficantes, entre otras fechorías. Apunto este detalle para que usted se vaya poniendo en situación, pero voy a terminar por decírselo de esta manera: si los mafiosos no delataban a nadie cuando estaban en la cárcel subían de rango en la organización. Es decir, los bancos tienen barra libre porque poseen información sobre actividades delictivas de los Gobiernos o permitidas por los Gobiernos. Y no solo tienen barra libre para hacer ese tipo de cosas, también para exigir ingentes cantidades de dinero de los bancos centrales en forma de créditos ultrabaratos, o incluso negativos, para salvar su trasero ¿No hemos visto todos ya esta película? Así que el grueso de la pasta gansa irá a parar, otra vez, no a las empresas en general y a los trabajadores, sino a la banca. Subirán sus acciones. “Robar un banco es delito, pero más delito es fundarlo”. Bertolt Brecht.

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