lunes, 20 de junio de 2016

EL ASESINATO DE JO COX

Cuando todas las encuestas daban como ganadores a los partidarios del Brexit, es decir, a los que quieren que el Reino Unido abandone la Unión Europea, hete aquí que un descerebrado ultraderechista va y mata a la diputada laborista, del ala izquierda de su partido, Jo Cox, de 41 años y con dos hijos. Tal ha sido el impacto en la opinión pública del crimen que, como por encanto, las encuestas ya apuntan en la dirección contraria. Veremos lo que sucede el día 23 de junio.
No voy a analizar aquí que circunstancias han llevado a los británicos a esta encrucijada histórica, solo decir, porque es una evidencia, que la inmigración masiva no gusta a amplias capas sociales y es el factor principal que está influyendo en el crecimiento de los partidos de extrema derecha. Lo hemos visto hace poco en Austria, donde casi sale elegido presidente del país un ultraderechista y lo estamos viendo en Gran Bretaña, Francia, Holanda, Hungría, etc.
Este crimen me ha recordado otros que también se produjeron en momentos cruciales, como el de JFK, el de Aldo Moro, el de Olot Palme o el de Carrero Blanco, por solo citar algunos, sin contar con extraños accidentes, como el de la princesa Diana, precisamente cuando estaba embarazada y pensaba casarse con un musulmán. ¿Pueden ser capaces los servicios secretos, o grupos organizados al servicio de oscuros intereses, de cometer crímenes así o esto es solo fruto de la casualidad y de la voluntad enfermiza de un loco? En el caso de la muerte de Jo Cox, como en la mayoría, no lo sabemos y seguramente no lo sabremos nunca, pero hay otros que, con el paso del tiempo, han quedado aclarados, aunque sin consecuencias para los actores, como el secuestro y asesinato de Aldo Moro. El 9 de mayo de 1.978 apareció sin vida y acribillado por 11 balas el cuerpo del dirigente democristiano italiano Aldo Moro, que había sido por dos veces primer ministro, acababa así el secuestro de 55 días perpetrado por las Brigadas Rojas. Pero, hoy se sabe que ese grupo de extrema izquierda estaba a las órdenes de la CIA y los servicios secretos italianos, entonces penetrados por el largo brazo de la Mafia. Aldo Moro es asesinado precisamente cuando la Democracia Cristiana y el Partido Comunista estaban a punto de firmar el “Compromiso Histórico”, un acuerdo de Gobierno para terminal con el “pentapartito” y la inestabilidad política de Italia que provocaba elecciones cada pocos meses. Santiago Carrillo, el histórico dirigente comunista español, siempre dijo estar convencido de que tras la muerte del presidente del Gobierno, el almirante Carrero Blanco, no solo estaba ETA.

En fin, casualidades, conspiraciones, que cada uno saque sus propias conclusiones.

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