sábado, 7 de noviembre de 2015

EL ESCÁNDALO DE AQUAGEST

Tras los escándalos en la Consejería de Educación del Gobierno que presidía Areces, el caso Villa, las graves irregularidades en las obras de ampliación de El Musel, etc, otro escándalo de corrupción ha saltado a las portadas de los periódicos asturianos, el que protagoniza el que fuera alcalde de Oviedo en la pasada legislatura, y actual portavoz del PP en la capital, Agustín Iglesias Caunedo, y el exconcejal del partido de Mercedes Fernández en el Ayuntamiento de Gijón, Manuel Pecharomán. Parece que ya hay pruebas suficientes de que la empresa Aquagest les pagó viajes  y “putiferios” a cambio de hacerse con la gestión del agua.
Lo que estamos viendo para nada es una singularidad, sino un caso mas que sale a la luz del tinglado mafioso que se ha extendido en los últimos años por España. Todo empezó con las privatizaciones que iniciaron los Gobiernos de Felipe González y que continuaron, todavía con mas dedicación, los de José María Aznar. Cientos de empresas públicas rentables, algunas de carácter estratégico, fueron privatizadas por cuatro perras a cambio de financiaciones de los partidos, “puertas giratorias” y todo tipo de dádivas y prebendas particulares. Se habla muy poco de los exministros/as que hoy ocupan puestos directivos, solo figurativos, claro, con salarios de infarto, en las mismas empresas que privatizaron. Las operaciones mafiosas continuaron con el negocio financiero-inmobiliario. Unos pocos nadaban en el dinero de las hipotecas a 40 años que tenían que pagar los ciudadanos por hacerse con una vivienda que se vendía tres veces mas cara de lo que costaba hacerla. Mientras los sinvergüenzas estaban en los consejos de administración de las Cajas de Ahorro y ellos, sus partidos y sindicatos, vivían del sudor y del esfuerzo de los españoles, las mafias se hacían cada vez mas fuertes y ganaban cada vez mas, corrompiéndolo todo.
La última gran fechoría de los delincuentes económicos, instalados en las instituciones y en algunas empresas, ha sido la privatización de las Cajas de Ahorros, un proceso que aún no ha concluido y que nos costará entre 40.000 y 60.000 millones de euros. Una vez que la banca pública esté saneada y vuelva a ser rentable será vendida, por mucho menos de su valor, a los mismos que prestan dinero a los grandes partidos para sus campañas electorales y luego se lo perdonan. La Deuda la pagaremos los ciudadanos, nuestros hijos y nuestros nietos. También han privatizado AENA, previa demonización de los controladores aéreos y bajarles el sueldo a la mitad, y quieren privatizar los ferrocarriles, el agua y hasta el aire que respiramos, si pueden.
Las mafias hace mucho tiempo que se han dado cuenta de que lo mas rentable, el verdadero chollo, es gestionar las empresas públicas, sin poner un céntimo en inversiones de ningún tipo. Nuevos operadores para competir con RENFE, pero usando los raíles, la electrificación y los trenes que pagamos nosotros. Una auténtica bicoca. Lo mismo piensan hacer con la Sanidad y con todo lo que les dejemos.
Aquagets es una de estas empresas que han nacido a la sombra de la corrupción política, como las de trabajo temporal y otras varias. No estamos hablando de mejorar la gestión de las empresas públicas sino de como cuatro listos obtienen plusvalías con lo que es de todos.
Por eso exigimos que la Justicia ponga el punto de mira no tanto en mierdecillas como Caunedo, que también, no tanto en los corruptos, que también, sobre todo en los corruptores, en las mafias.


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