viernes, 4 de abril de 2014

EL LIBRO DE PILAR URBANO

Han causado mucho nerviosismo las cosas que la periodista y escritora, Pilar Urbano, dice en su último libro, “La gran desmemoria”, que viene a ser una segunda parte del anterior, “El precio del trono”, en el que ya entreabría una puerta en relación a lo que sucedió, de verdad, en aquellas primeras semanas de 1.981. Pero si en la primera entrega disparaba salvas, ahora utiliza balas que pueden hacer sangre, con nombres y apellidos de personajes relevantes de la política española y del mismo Rey.
Lo que dice Pilar Urbano en su libro no era ningún secreto para la gente bien informada, pero estas cosas se comentaban en petit comité o las introducía en la Red algún francotirador del teclado con muy poca influencia social. Pero, que las diga una periodista conocida y de cierto prestigio puede hacer muchísimo mas daño. A mí no me ha extrañado nada que tanto Felipe González como la Casa Real hayan reaccionado airados, porque en el libro algunos relevantes socialistas y el propio jefe del Estado salen malparados, como tampoco que algunos incondicionales escriban artículos donde recurren a la “conspiranitis”, algo a lo que hay mucho aficionado en este país, baste el ejemplo de que todavía hay gente que, en su delirio, mantiene que tras los atentados del 11M estaba ETA, el PSOE y las fuerzas judeo-masónicas internacionales, que querían que el PP perdiera el poder por cualquier medio.
La reacción de la Casa Real, calificando el libro de ficción difícil de creer, me recuerda mucho a cuando Julio Anguita fue entrevistado en TVE sobre el asunto del GAL y manifestó, sin cortarse un pelo, que el “señor X” era nada menos que el entonces presidente del Gobierno, Felipe González. Dijeron que Anguita no vivía en la realidad y que estaba en otra galaxia, pero poco tiempo después toda la cúpula de interior, incluido el ministro Barrionuevo, daba con sus huesos en la cárcel.
Seguramente habrá quien pensará que, aunque fuese cierto lo que dice Pilar Urbano en su libro, ¿en qué nos puede beneficiar descubrirlo después de 33 años? y si no sería mejor dejar las cosas como están y no abrir una espita que no sabemos que consecuencias podría llegar a tener. Eso mismo lo han pensado otras personas que estaban en el secreto, algunas incluso llevándoselo a la tumba. Pero, yo soy de la opinión de que los españoles deben saber quien es cada cual en este país, los que les dicen la verdad y los que los engañan.
El día que se haga público la realidad de lo que pasó el 23F, y las semanas anteriores, los “santos inocentes”, asombrados, empezarán a ver la luz y a pedir cabezas.
No se atreverán, sino al tiempo, a llevar a Pilar Urbano a los juzgados.


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