domingo, 20 de abril de 2014

EL 25 DE MAYO

Hay fechas del calendario que tienen connotaciones sentimentales épicas. Precisamente el día 1 del mes de mayo es la fiesta de los trabajadores, que recuerda el asesinato de los huelguistas “Mártires de Chicago” y el día 2 es fiesta en la capital de España, donde se rinde honor a los madrileños que salieron a la calle a vérselas con los invasores franceses y a valientes militares, como los capitanes Daoiz y Velarde y el teniente Ruiz, que participaron en la revuelta. Casualmente, la fecha del 25 de mayo, donde están convocadas las primeras elecciones desde que el PP ganara por mayoría absoluta las generales del 20 de Noviembre de 2.011, es fiesta en Argentina, porque en ese día del año 1.810 se estableció la Primera Junta que, al no reconocer la soberanía de la Corona española, proclamó, de facto, la independencia. También llevaba el nombre de “25 de mayo” el buque insignia de la Marina Argentina durante la Guerra de las Malvinas, un antiguo portaaviones que había sido modernizado al que los submarinos nucleares británicos pretendieron hundir, pero que se logró salvar haciéndole partir, a toda máquina, desde el archipiélago hacia el Continente y logrando que sus aviones, que fueron desembarcados, pudieran continuar la lucha. Fue igualmente el 25 de mayo de 1.982 cuando la Fuerza Aérea Argentina hundió el destructor británico “HMS Conventry” y la Aviación Naval Argentina al buque portacontenedores “Atlantic Conveyor”, en acciones heroicas de los soldados argentinos que habían sido enviados por la criminal Junta Militar a una guerra imposible de ganar.
En esa misma fecha hay convocadas elecciones para el Parlamento Europeo, y en España de todos nosotros depende que sea un día intrascendente o que tenga, como para nuestros hermanos argentinos, un significado también histórico, porque las efemérides no quedan grabadas en la Historia por la inexistente magia de una fecha en el calendario, sino porque la gente hace cosas que serán recordadas.
El 25 de mayo, dejémonos de tonterías, no nos jugamos qué parlamentarios españoles van a estar en Estrasburgo, sino la posibilidad de marcar un punto de inflexión en la política española de los últimos 30 años. Los partidos mayoritarios, los que se vienen repartiendo el poder desde hace décadas en nuestro país, también lo han entendido así y ya verá usted que la campaña electoral estará centrada en los problemas domésticos mucho mas que en los de la UE, precisamente en los problemas que ellos mismos han generado.
Los ciudadanos llevan años quejándose, en las conversaciones entre amigos, en artículos en la prensa, y en todos los foros, de la clase política, de sus mentiras y sus engaños, de sus despilfarros y de su corrupción. Pues bien, ha llegado la hora de dar un puñetazo encima de la mesa y que sientan el miedo de perder su modus vivendi en el cogote. “La Casta” casi ha logrado barrer del mapa social a la pequeña burguesía y se ha cebado en los trabajadores, pero esa nueva alianza que han propiciado, esa nueva mayoría, puede acabar con ella.

Hay mucha gente que ya tiene claro a quién no va a votar, pero aún no ha decidido por quién hacerlo. Yo creo que en la coyuntura histórica que estamos viviendo nos equivocaríamos si pretendiéramos analizar las ideologías y los programas, es mucho mas sencillo que todo eso. En la famosa confrontación televisada entre Richard Nixon y J.F. Kennedy, el 26 de septiembre de 1.960, JFK apareció radiante y bronceado, en contraste con un Nixon con ojeras y traje gris, pero yo estoy seguro que no fue su imagen la que le hizo ganar las elecciones, sino la pregunta que dirigió a los casi 70 millones de telespectadores y radioyentes que seguían el debate, después de haber puesto al descubierto las mentiras de su contrincante: ¿Compraría usted a este hombre un coche de segunda mano?. Recuérdelo el 25 de mayo.

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