domingo, 9 de febrero de 2014

LA VALORACIÓN DE HOLLANDE CAE EN PICADO

Según la última encuesta que ha publicado el diario “Le Fígaro”, la opinión que los franceses tienen de su presidente, Françoise Hollande, ha caído en picado, y ya solo es bien visto por el 19% de los galos. Pero, no son los escarceos amorosos con la actriz Julie Gayet la causa de la desafección de nuestros vecinos hacia el presidente de la república, sino, como ocurre en otros países de Europa, las políticas económicas que el Gobierno francés está aplicando y las que promete para el futuro inmediato. En efecto, si este año Hollande ha hecho unos recortes presupuestarios de 15.000 millones de euros, que han afectado fundamentalmente a los servicios sociales, y ha subido toda clase de impuestos, que afectan principalmente a los trabajadores y a las clases medias, Hollande acaba de anunciar que entre los años 2.015 y 2.017 piensa recortar otros 50.000 millones de euros. En esta política de ajustes presupuestarios se incluye una nueva filosofía pseudoizquierdista que va un paso mas allá en la derechización socialdemócrata a la que asistimos desde hace tiempo, lo que Hollande llama eufemísticamente “redefinición de las funciones del Estado”, en Román Paladino, privatización de una buena parte de los servicios públicos, sanidad, educación, pensiones, etc. En esta ofensiva contra el Estado de Bienestar, que tanto esfuerzo costó lograr a los franceses, se incluye también toda una batería de rebajas fiscales y de cotizaciones a la seguridad social para los empresarios, a cambio de que favorezcan la creación de empleo, aunque sea a tiempo parcial, con contratos en precario y con salarios de miseria, pues el paro en Francia ya alcanza el 10,5% de la población activa. A eso Hollande lo ha llamado un “pacto por la responsabilidad”, que, por cierto, me recuerda mucho a la apelación al deber que hace Rajoy cuando le afean sus promesas incumplidas.
Hollande y su Gobierno ya han dicho donde van a meter el mayor tijeretazo: en Educación y Defensa, que se llevan nada menos que 1/3 del total del Presupuesto. Yo, sin embargo, soy muy escéptico al respecto y no creo que se vayan a reducir sustancialmente los gastos militares, porque los socialistas franceses no han renunciado a mantener un poder nuclear independiente, incluidos sus vectores tácticos y estratégicos, y unos ejércitos con la dimensión y dotación suficientes para cubrir sobradamente las necesidades defensivas y para mantener el neocolonialismo en el África subsahariana, donde Francia tiene decenas de bases militares.
Algunos ingenuos pensaban que el partido socialista francés, tras una larga travesía del desierto, se había fortalecido y homogeneizado y que sería un freno a las políticas derechistas que Sarkozy estaba implementando, craso error que los franceses todavía van a pagar al menos hasta el año 2.017.

Los españoles deberían tomar buena nota, por si después de todo lo visto con Zapatero todavía albergan alguna duda, de que la socialdemocracia, aquí o en Francia, ya no responde a las expectativas de los ciudadanos y que no es una alternativa a las políticas de los partidos de la derecha, algo que sabíamos, pero que la crisis económica ha dejado en total evidencia.

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