martes, 18 de febrero de 2014

ASALTO A MELILLA

Tras la muerte de 15 inmigrantes que intentaban entrar ilegalmente en la ciudad española de Ceuta, el Gobierno español y la Guardia Civil se han visto sometidos a una presión política y mediática que les ha obligado a cambiar sus protocolos de actuación. La entrada de 150 inmigrantes en Melilla, a los que no se les ha impedido el paso de la frontera, incluso han sido escoltados por la Benemérita hacía en Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que está previsto para albergar a 350 personas, pero donde ya se hacinan mas de mil, supone la plasmación de que los que deseaban la entrada libre en España han ganado. Tras unas semanas en el centro serán trasladados a la Península, como es habitual, para que puedan ser explotados por las mafias, sin contrato de ninguna clase, pero, eso sí, disfrutando, gratis total, de los servicios sociales españoles.
¿Cómo es posible que en un país con casi seis millones de parados, con una Deuda cercana al 100% del PIB, con nuestro tejido productivo destruido, con cientos de miles de familias en graves dificultades, incluso con ciudadanos que ya están pasando hambre y con la mayor entrada de extranjeros en los últimos años de todos los países de Europa, todavía haya gente que quiere que se abran las fronteras de par en par? Tras las buenas intenciones de algunas personas y algunas organizaciones se esconden intereses inconfesables. Tanto el PSOE como el PP toleraron en el pasado la entrada masiva de inmigrantes para tener un ejército de reserva que presionara a menores salarios y peores condiciones laborales a los trabajadores españoles. Cuando, merced a la burbuja inmobiliaria, nuestra economía estaba recalentada, los salarios continuaron cayendo por debajo de la inflación, eso solo se puede explicar porque en el mercado de trabajo la demanda seguía siendo muy superior a la oferta. Quien haya viajado en los últimos tiempos a Madrid, por ejemplo, habrá visto que los camareros, los agentes de seguridad, muchos taxistas, transportistas, etc, son extranjeros que, sin quererlo, han puesto en el paro a trabajadores españoles que tenían nóminas superiores. Pero, ahora no se trata de eso, el ejército de reserva, con un paro brutal, ya está suficientemente nutrido y los empresarios pueden seguir bajando los salarios a su antojo. Los que han perdido la confianza de los trabajadores españoles quieren hacerse con nueva clientela, pues sus expectativas electorales cada vez son peores, y los cientos de ONGs que han proliferado en los últimos tiempos al calor de los Presupuestos del Estado, que reciben dinero sin fiscalización y control alguno, han dado con un nuevo nicho de negocio, en contraste con organizaciones como Cáritas, Proyecto Hombre, Médicos, Bomberos y Payasos sin Fronteras y varias organizaciones no gubernamentales de reconocido prestigio y garantía. En cuanto se empiece a rascar en este asunto nos sorprenderemos de lo que va a salir a la luz.
Esperando asaltar la valla de Ceuta se encuentras miles de inmigrantes subsaharianos que viven en las inmediaciones desde hace meses e incluso y ahora van a entrar en España sin ningún problema. Pero cerca de Melilla hay decenas de miles, cientos en el monte Gurugú, y muchos mas entre las fronteras de Marruecos y Argelia. La mayoría proceden de Libia, que era el país mas próspero del continente después de Sudáfrica y donde había casi dos millones de subsaharianos trabajando. Son precisamente los que apoyaron aquella guerra y enviaron unidades del Ejército del Aire y de la Armada a colaborar con la OTAN, para acabar con Al Gaddafi y quedarse con el petróleo libio, los que mas apenados están por las circunstancias vitales de los inmigrantes. La hipocresía y el cinismo elevados a la enésima potencia.
Existe un discurso bien trabado de los irresponsables que han llevado a nuestro país al desastre y que ahora nos quieren convencer de que España debe ser la ONG de África. Llaman egoístas y fascistas a los suizos y te pondrán el san Benito de ultraderechista, racista y xenófobo aunque seas muchísimo mas de izquierda que ellos y quieras, de verdad, los mejor para los trabajadores, pero empezando por los españoles.

Nota: foto aérea de las columnas de inmigrantes que se dirigen a Melilla.

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