La investigación del caso Bárcenas avanza y crece el miedo en el PP al mismo tiempo que el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, va tirando del hilo que lleva al ovillo, la financiación ilegal del partido que ahora nos gobierna y los sobresueldos a sus conspicuos a cambio de contratos y favores.
A pesar de los esfuerzos de los populares por apartar al juez Bárcenas de la causa, la Justicia no ha dejado de actuar y la querella que presentó IU, a raíz de la aparición en el diario “El país” de los famosos papeles, amenaza con implicar a una buena parte de la cúpula del Partido Popular, tanto actual como la que formaba parte de los Gobiernos de Aznar, donde, parece ser, empezó todo.
No debe extrañar que el ex-presidente del Gobierno utilice la plataforma de FAES para amenazar a sus propios compañeros de partido, si no lo defienden a él y a su esposa, (los pagos de los constructores en la boda de su hija, por ejemplo, ha quitado a muchos la venda de los ojos) utilizando la crítica política torticera como aviso para navegantes.
La comisión rogatoria que el juez Ruz ha enviado a Suiza ha logrado saber, gracias a la Justicia del país helvético, que Bárcenas tenía otros 25 millones de euros en un banco de Ginebra. Naturalmente, es imposible que un empleado de un partido político, por muy buen salario que tenga, pueda acumular tanto dinero, es más, el sentido común nos dice que ese dinero pertenece en realidad al PP y por esa vía se está investigando ahora. Si el juez Pablo Ruz consigue reunir las pruebas suficientes, y cada vez está mas cerca de lograrlo, el PP puede verse envuelto en un proceso judicial de consecuencias devastadoras, mas si la acusación contra los dirigentes del partido coinciden en el tiempo con futuros procesos electorales. Por eso el nerviosismo se ha propagado y por eso claman a los cuatro vientos porque la investigación concluya cuanto antes.
Sin embargo, la coyuntura política actual y la proliferación de casos de corrupción, que todos los días llenan los medios de información, trabajan a favor de los que se han enriquecido a costa del dinero de los españoles. Por eso, cometeríamos un gravísimo error si nos acostumbráramos a vivir en el estiércol que nos han impuesto sin reaccionar.
Al tiempo que el escándalo del caso Bárcenas se acentúa, continúan las acciones judiciales en torno al no menos escandaloso asunto de los ERES falsos en Andalucía, donde las cifras son todavía mas estratosféricas. Allí, el PSOE y sus dirigentes también están con la mierda hasta el cuello, lo mismo que el ex-ministro socialista de Fomento José Blanco.
También hemos sabido que en Cataluña CIU, el partido que gobierna, se ha estado financiando durante años gracias al dinero de empresas constructoras.
La Justicia debe actuar con contundencia contra los corruptos, porque los ciudadanos, a los que continuamente se les exigen grandes sacrificios, ya no están dispuestos a pasar ni una, pero aún es mas importante desenmascarar a los corruptores, los empresarios que pagaban las mordidas. Esos son los genuinos padrinos, la mano que durante años ha mecido la cuna y pretende seguir haciéndolo.
Pero, en última instancia, debemos ser los españoles los que, con nuestro voto, pongamos a cada uno en su sitio.
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