Todavía no ha salido la gente de su asombro y estupefacción por lo que el Gobierno de Rajoy, con la coartada de las conclusiones del “comité de expertos”, quiere hacer con las pensiones, y ya tenemos ante nuestras narices una nueva ofensiva, un nuevo área de negocio a costa de los derechos de los ciudadanos y de una sanidad pública que, pese a los ataques a que está siendo sometida, es de las mejores del mundo.
Caigamos de la higuera, el sistema está acorralado y el capital cada vez tiene mas difícil obtener plusvalías. La globalización fue un parche temporal al problema de la sobreproducción y el pelotazo financiero-inmobiliario se ha terminado. Bancos, seguros y grandes fondos de inversión, donde los ricos tienen su dinero, buscar nuevos nichos que explotar, sin importarles las injusticias que jalonen el recorrido de su avaricia. Bajo el discurso de que hay que velar por la sostenibilidad del sistema público de pensiones se esconde un fabuloso negocio privatizador y, como han visto que los ciudadanos están tragando, sin salir a la calle con el cuchillo entre los dientes, ahora quieren hacer lo mismo con la sanidad pública. Ya habíamos visto algunos intentos, mostrando la patita, pero ahora van a entrar a saco. La ofensiva se ha iniciado en los periódicos conservadores de tirada nacional, con primeras páginas, editoriales y comentarios de lacayos a sueldo para ofrecer una buena cobertura propagandística a la nueva fechoría que preparan.
Como por encanto, ahora no se puede sostener ni la educación, ni la sanidad, ni las pensiones, solo lo pueden hacer los centros concertados y los seguros privados, eso sí, con nuestro dinero.
Hemos llegado a un punto en que los argumentos dialécticos y el sentido común ya no sirven para nada, en que los partidos políticos no son capaces de dar respuesta a las necesidades y voluntad de los ciudadanos, en que los sindicalistas comen de la mano del poder y avalan sus atropellos (uno de los miembros del “comité de expertos” que avaló la recomendación de recortar las pensiones es de CC OO y no ha sido expulsado del sindicato de inmediato).
Si usted cree que van a continuar los ataques a la sanidad pública como hasta ahora está completamente equivocado, todavía no hemos visto nada, el inicio de la verdadera ofensiva, con toda su virulencia, está a punto de materializarse. Un negocio fabuloso a costa de la salud de los españoles y otro atentado en toda regla contra la Constitución.
Los que nos han traído hasta esta situación han tenido mucha suerte, no han pagado por todo lo que nos han hecho, pero, se lo aseguro, no tienen garantizada la fortuna, ninguna de las dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario