miércoles, 10 de abril de 2013

EL DESENLACE


Cuando comenzó esta crisis y los Gobiernos empezaron a tomar algunas medidas de ajuste que parecían alejadas del sentido común y que estaba claro que, lejos de dar solución a los problemas que había generado el sistema, los agravarían, mi mayor curiosidad se centró en cual sería el desenlace de todo esto, y en ello sigo, porque aún no lo tengo claro.
A pesar de que destacados premios Nobel, como el economista norteamericano Paul Krugman, ya advirtieron que las políticas que se estaban acometiendo en Europa para intentar dar solución al agujero financiero-inmobiliario y al problema de la sobreproducción eran erróneas, los Gobiernos embarcaron a sus países en una vorágine infernal cuyos catastróficos resultados ya estamos todos viendo. En España, desde aquel dramático 10 de mayo del 2.010 donde el entonces presidente Zapatero presentó toda una batería de medidas antisociales, hemos ido de mal en peor. A las subidas del IVA, del IRPF y de toda clase de impuestos y tasas, se ha sumado el abaratamiento del despido, la disminución de salarios y el deterioro de una buena parte de los servicios básicos del Estado de Bienestar, como Sanidad, Educación y Justicia. El Gobierno del PP, que se había presentado como solución a la desastrosa gestión de los socialistas, no ha hecho más que continuar las políticas neoliberales e incrementar la presión a los ciudadanos. Como era de esperar, el resultado de las recetas de los peones de un sistema en declive ha sido el cierre de miles de comercios y empresas, que el paro alcance los 6 millones y que el mercado interno se hunda. Pero es que, a pesar de todos esos sacrificios, casi todas las cifras macroeconómicas han empeorado, hasta el punto de que la Comisión Europea nos ha vuelto a llamar al orden y exige nuevos ajustes para cuadrar nuestras cuentas. Una pescadilla que empezó comiéndose la cola y que acabará tragándose hasta la cabeza.
Como son incapaces de aprender de sus errores y no van a hacer nada que vaya en contra de sus convicciones fanáticas, habrá mas vueltas de tuerca y llegaremos a ver cosas que hoy, a pesar de lo ya recorrido en este calvario, nos parecen imposibles.
Pero el margen para actuar y para imponer mas sacrificios a los ciudadanos es cada vez mas pequeño. Al pistolero y al matón de saloon se le acaban los argumentos cuando agota sus últimos cartuchos, entonces cualquiera le puede partir la cara y ya no da miedo a nadie. Ya estamos muy cerca de eso.
En Portugal, país que me está sirviendo de referencia mucho mas que Grecia, la Justicia ya ha dicho basta y el Tribunal Constitucional ha obligado al Gobierno conservador a retirar los ajustes de caballo que había aprobado.
El ministro de Economía, de Guindos, y el graciosete que lleva la cartera de Hacienda, Montoro, nos habían dicho que el año que viene empezaríamos a crecer y a crear empleo, pero la Comisión Europea los ha puesto en su sitio y de repente, como por encanto, se ha desvanecido el espejismo.
El Gobierno del PP, que había dicho que este año no habría mas ajustes y subidas de impuestos, volverá a esgrimir el látigo y los conspicuos populares volverán a mentir como bellacos, igual que hacían antes los socialistas. 
Pero, el año que viene ya se empiezan a celebrar elecciones, aunque sean europeas y no tengan una incidencia directa en la política doméstica serán un buen baremo para ver por donde van los tiros. Ojo, porque las encuestas ya vaticinan caídas en picado del PP y PSOE y subidas espectaculares de IU y UPyD. Pero eso, aunque puede ser un aviso para navegantes, todavía no será el desenlace, habrá que esperar a las siguientes elecciones generales o a la explosión social.

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